Las ventas en supermercados y autoservicios continúan en picada, registrando en febrero de 2025 una caída interanual del 9,8%. Con este resultado, el consumo masivo acumula 15 meses consecutivos de retroceso, afectando principalmente a rubros como bebidas, artículos de limpieza y productos de higiene y cosmética.
Según datos de la consultora Scentia, el consumo total en autoservicios cayó un 10,2% en los dos primeros meses del año. En 2024, la peor caída se registró en septiembre, con un desplome del 22,3%, seguido de octubre (-20,4%) y noviembre (-20%). Sin embargo, desde ese punto, la caída comenzó a desacelerarse.
El golpe al consumo se refleja especialmente en la venta de bebidas sin alcohol (-18,8%) y bebidas alcohólicas (-16,2%). También hubo caídas en productos de compra impulsiva (-10,5%), artículos de limpieza de ropa y hogar (-9,7%) y productos de higiene y cosmética (-8%).
La caída del consumo en supermercados se notó más en el AMBA
A nivel regional, la caída en el consumo fue más pronunciada en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde se registró una baja del 8,3%. En el resto del país, la retracción promedio fue del 4,9%, reflejando el impacto de la pérdida de poder adquisitivo en todo el territorio.
En este contexto, el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) anotó en febrero su mayor suba en seis meses, aumentando un 3,2%. La Canasta Básica Total (CBT), que mide la línea de pobreza, también registró un alza del 2,3%, la más alta desde octubre del año pasado.
El informe del INDEC reveló que, por primera vez en nueve meses, la CBA subió más que la CBT, debido a los fuertes aumentos en productos esenciales como la carne. Como resultado, una familia tipo necesitó $1.057.923 en febrero para no ser considerada pobre y $468.108 para no caer en la indigencia.
