La Justicia suspendió el decreto que convertía al Banco Nación en una sociedad anónima, luego de que el juez Alejo Ramos Padilla hiciera lugar a la medida cautelar solicitada por la Asociación Bancaria. De esta manera, el Decreto 116/2025, firmado por el presidente Javier Milei, queda sin efecto al menos por los próximos seis meses, impidiendo la modificación de la estructura de la entidad financiera.
La decisión judicial responde a un pedido del gremio de trabajadores bancarios, liderado por Sergio Palazzo, que había solicitado la nulidad de la medida bajo el argumento de que la transformación del Banco Nación en una sociedad anónima solo pueda determinarse en el Congreso.
El conflicto por el futuro del Banco Nación no es nuevo. En junio de 2024, la Asociación Bancaria ya había presentado una demanda para frenar la Resolución 348 del Directorio del banco y el Decreto 70/2023, los cuales habilitaban su eventual privatización. En ese momento, Ramos Padilla determinó que cualquier modificación en la situación jurídica del Banco debía aprobarse en el Congreso, una postura que ahora reafirma con su reciente fallo.
Pese a este antecedente, el Gobierno de Milei intentó avanzar nuevamente en la transformación del banco a través del Decreto 116/2025, publicado en febrero de este año. El texto del decreto establecía en su artículo 1° «la transformación del ente autárquico Banco de la Nación Argentina en Banco de la Nación Argentina Sociedad Anónima (BNA S.A.) en la órbita del Ministerio de Economía», bajo el régimen de la Ley General de Sociedades.
El Banco Nación sólo puede privatizarse bajo la orden del Congreso
El fallo también subrayó que la Carta Orgánica del Banco Nación, aprobada por la Ley 21.799, define a la entidad como «una institución autárquica del Estado, con autonomía presupuestaria y administrativa», lo que implica que no puede modificarse mediante un decreto del Poder Ejecutivo. Además, se remarcó que «no le serán de aplicación las normas dispuestas con carácter general para la organización y funcionamiento de la administración pública nacional».
La intención del Gobierno de transformar al Banco Nación en una sociedad anónima se había justificado bajo el argumento de que permitiría ampliar su capacidad de financiamiento para pequeñas y medianas empresas, así como también para familias. «La transformación en SA es imprescindible para que el Banco continúe aumentando los préstamos a favor de las PyMEs y las familias», había sostenido la entidad en un comunicado emitido en enero.