Rodrigo Tapari fue uno de los invitados al programa de Juana Viale, donde compartió una profunda reflexión sobre el impacto de la tecnología en los niños y la experiencia que vivió con su hijo menor. En una charla sincera, el cantante relató cómo descubrió los efectos negativos del uso excesivo de dispositivos electrónicos en su familia.
Durante la entrevista, Tapari destacó la dificultad de controlar lo que los niños ven en Internet y la importancia de establecer límites. “En Internet, por más que vos pongas los filtros que pongas, siempre llega algo”, expresó el artista, dejando en claro su preocupación sobre los contenidos a los que pueden acceder los más pequeños.
El exlíder de Ráfaga también habló sobre su familia y la crianza de sus hijos. “Con mi esposa, aparte de Luciana que tiene 17 años, tenemos a Mateo de tres años que es muy inteligente y hace poco descubrió el celular y nos dimos cuenta de que cada vez que lo agarraba se alteraba de una manera increíble”, relató Tapari frente a la mirada atenta de la integrante de Canal Trece.
El músico, quien ha compartido en varias oportunidades su experiencia de vida y su acercamiento a la fe, reveló el difícil momento que atravesaron cuando intentaron restringir el uso de los dispositivos electrónicos a su hijo menor. “Cuando quisimos ponerle el stop, te hablo de algunos meses mirando el celular, fue como un ataque de ira”, confesó Tapari en Almorzando con Juana, resaltando la complejidad de deshabituar a los niños de los aparatos tecnológicos.
La conversación con Juana Viale puso sobre la mesa un tema de gran relevancia en la actualidad: el impacto de la tecnología en la infancia y la importancia de un uso controlado de los dispositivos electrónicos. Tapari, desde su experiencia personal, dejó un mensaje de alerta sobre los riesgos del consumo digital sin supervisión, una preocupación compartida por muchos padres en la era de la hiperconectividad.
La participación del cantante en el programa de Juana Viale generó repercusión y abrió el debate sobre el rol de los adultos en la regulación del tiempo de pantalla de los niños, un desafío cada vez más presente en las familias de hoy.
