No hay dudas de que Inés Estévez es una de las actrices más importantes del ambiente artístico, no solo por su extensa trayectoria, sino también por el gran cariño que le tiene la gente. Es por esto que el público no pudo evitar sorprenderse cuando se conoció que la artista fue diagnosticada con cáncer durante la pandemia en el 2020.
En una reciente entrevista con Infobae, Inés Estévez contó: «Estoy muy bien. Sí, podemos hablar de eso, no pasa nada, nunca lo dije porque hay un tema con eso… tuve lo que todo el mundo llama ‘una cruel enfermedad’. Es increíble que al cáncer no se lo nombre por su nombre. Tuve un pequeño granuloma que después de tener COVID mutó en algo maligno».
Según contó Inés Estévez, el granuloma estaba ubicado en el aparato genital. Siempre sincera, la actriz detalló: «El problema fue que tenía programada una cirugía para sacarlo porque era una boludez, en plena pandemia, y no tuve margen de maniobra para buscar más respuestas. El resultado fue que era maligno».
Debido al contexto, Inés Estévez no pudo encontrar una segunda opinión, y en una segunda operación sufrió una mala praxis: «Entonces me hicieron una segunda operación que fue muy cruenta, muy innecesaria. Hoy en día lo sé. Y hubo mala praxis. Ahí me morfé cuatro quirófanos, cinco internaciones en plena pandemia, de noviembre a febrero».
Pese a todo, en conversación con Tatiana Schapiro para Infobae, Inés Estévez no tuvo que hacerse rayoterapia ni aplicarse sesiones de quimioterapia. «Lo sacaron y ya está, salí andando, no pasa nada, está todo perfecto… Solo que me comí una película de terror en un marco que era muy hostil», recordó la actriz.
«El miedo era por mis hijas nada más, es algo que atajé como pude. Lo feo es estar preso del sistema, eso no me gustaba, depender de personas en las que no crees mucho… La medicina alopática es muy particular, tiene cosas maravillosas y tiene cosas que son muy cuestionables», manifestó Inés Estévez.
Con el corazón abierto a la par y sumamente emocionada, Inés Estévez reveló que no pudo evitar llorar cuando la decretaron libre de cáncer: «Lloré cuando recibí la segunda anatomía patológica que decía que no tenía nada. Fue una cosa increíble. Me salió algo muy visceral, un alarido, una risa y un llanto. Era una cosa muy loca saber que iba a vivir».
