Yuyito González, figura conocida del espectáculo argentino, fue entrevistada recientemente en el programa de Belén Ludueña, donde compartió su visión sobre la exposición mediática y el impacto de lo que se dice en los medios de comunicación. Durante la charla, la exmodelo y actriz abordó su difícil relación con la opinión pública tras emprender su romance con Javier Milei.
«La onda que se transmite en general es la del ataque, de desprestigiar, mentir, generar títulos o historias no verdaderas que llamen la atención. El año pasado, al tener un programa diario y estar expuesta a diario, tuve que ir procesando esto del ataque», expresó Yuyito González en el ciclo de Canal Trece y dejó en evidencia su postura al respecto.
En la entrevista, también habló sobre cómo enfrenta estos desafíos y cómo ha aprendido a lidiar con las críticas y ataques que recibe. «Hay que aprender a vincularse con esa oscuridad. Lo percibo hasta espiritualmente como algo verdaderamente oscuro, pero estoy preparada para los ataques, a lo mejor se calman este año», reflexionó. Su afirmación evidencia su enfoque espiritual y resiliente frente a la hostilidad que a menudo acompaña la vida pública.
Tajante descargo
Otro de los puntos clave de la entrevista fue su opinión sobre el concepto de «primera dama» y su rol en relación con su pareja. «Tengo clarísimo que el rol de primera dama como tal no es algo que lo tengamos vigente. Yo soy la ‘novia de’ y no por eso tengo que absorber un rol y, menos que menos, transformarme en quien no soy. El lugar se asocia con tener que ir a la beneficencia y yo no me voy a asociar con cosas que no son: no tengo que disfrazarme ni de más buena ni de menos buena. Yo acompaño al hombre al que amo, no tengo un rótulo o un título, no tengo función pública», aseguró Yuyito González.
Estas declaraciones reflejan una postura clara y contundente respecto a su identidad y la independencia de su figura pública. Su participación en el ciclo de Belén Ludueña reafirmó su convicción de no dejarse definir por las expectativas ajenas y mantenerse fiel a sí misma en un mundo donde las etiquetas suelen imponerse con facilidad.