Durante la ceremonia de despedida del papa Francisco en el Vaticano, el presidente Javier Milei dejó una imagen que sorprendió a propios y ajenos: serio, visiblemente afectado y en profundo silencio, mientras escuchaba atentamente la homilía a cargo del cardenal Giovanni Battista Re.
El momento más emotivo llegó cuando el cardenal citó una de las frases más recordadas del pontífice argentino: «Nadie se salva solo«, un mensaje que pareció calar hondo en el mandatario.
Milei, Karina y Pettovello: la comitiva argentina en Roma
En la primera fila de la ceremonia, junto a Milei, estuvo su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, quien también mantuvo una actitud solemne durante toda la misa.
Unos pasos detrás, se encontraba la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, acompañando a la delegación oficial que viajó especialmente a Roma para despedir a quien, según palabras del propio presidente, fue «el argentino más importante de la historia«.
Un gesto que dio la vuelta al mundo
La expresión adusta de Milei no pasó desapercibida. Fotografías y videos del momento recorrieron rápidamente medios internacionales y redes sociales, mostrando una faceta poco habitual del mandatario argentino, conocido por su estilo combativo y su discurso enérgico.
Esta vez, la escena fue otra: silencio, recogimiento y respeto absoluto ante el legado de un compatriota que dejó su huella en la historia de la Iglesia Católica y en el mundo entero.