Manuel García-Mansilla atraviesa horas decisivas respecto a su continuidad en la Corte Suprema de Justicia. El rechazo de su pliego en el Senado y la creciente presión política y judicial colocan su nombramiento en el centro del debate institucional. A pesar de haber sido designado “en comisión” por el Poder Ejecutivo, el amplio rechazo legislativo y una medida cautelar vigente hacen insostenible su permanencia.
Su ingreso al máximo tribunal fue cuestionado desde un principio. García-Mansilla juró el pasado 27 de febrero tras ser nombrado por decreto durante el receso parlamentario. Sin embargo, la falta de acuerdo del Senado, como establece la Constitución Nacional en su artículo 99, alimentó la controversia en torno a la legitimidad de su nombramiento. En este marco, cada uno de sus fallos ya genera dudas sobre su validez.
Ante esta situación, distintos sectores se han expresado en contra de que continúe ejerciendo como ministro del máximo tribunal. Uno de los pronunciamientos más duros fue el del abogado constitucionalista Daniel Sabsay, quien consideró que la permanencia del juez en el cargo es un “disparate” institucional.
Daniel Sabsay cuestionó la validez del nombramiento
En declaraciones radiales, Sabsay fue categórico: “Frente a un rechazo tan categórico, querer seguir en la Corte aduciendo que está designado en comisión hasta noviembre me parece un disparate, porque si ya ha perdido en el Senado no puede quedarse”. En ese sentido, aseguró que el propio García-Mansilla está provocando una crisis jurídica innecesaria.
“El riesgo es muy grande”, añadió el letrado. “Cada uno de sus votos va a ser judicialmente cuestionado. Generaría una inseguridad jurídica absoluta”. Sabsay también destacó el pronunciamiento del Colegio de Abogados de la Capital Federal, que exigió la renuncia inmediata del magistrado para evitar mayor daño institucional.
Para el constitucionalista, el intento del Gobierno de sostener su designación hasta noviembre demuestra un “desprecio notable por las instituciones”. En esa línea, criticó al presidente Javier Milei por promover este tipo de decisiones sin el debido consenso institucional. “La soberbia no lleva a buen puerto en política”, afirmó.
Críticas al método y al otro postulante
Sabsay también se refirió al mecanismo adoptado por García-Mansilla para consultar con los otros tres jueces de la Corte si debía continuar en el cargo. “La Corte no es una instancia consultiva”, subrayó. Y concluyó que el planteamiento es, nuevamente, “un disparate”.
Además, no ahorró críticas hacia Ariel Lijo, el otro candidato impulsado por el Gobierno que también fue rechazado por el Senado. “Es el juez más corrupto de Comodoro Py. Lo único que faltaba es que se incorporase a la Corte Suprema”, expresó.
De esta forma, Sabsay dejó en claro que el Poder Ejecutivo atraviesa un momento inédito en la historia judicial del país. “Nunca ocurrió que a un Presidente le rechacen dos pliegos para la Corte”, recordó. Bajo ese marco, insistió en que García-Mansilla debería dar un paso al costado. “A la Corte hay que entrar por la puerta y no por la ventana”, concluyó.
No se puede creer la presión del presidente para que García Mansilla no renuncie a pesar del rechazo del Senado. Para el ejecutivo se trataría de una operación. Qué manera increíble de manipular las reglas de la República. Un verdadero y vergonzoso manoseo
— Daniel Sabsay (@DanielSabsay1) April 4, 2025