En el marco del juicio por alimentos, el expresidente Alberto Fernández se encuentra en una posición comprometida. Su expareja, Fabiola Yáñez, pidió que se le retenga el 30% de la pensión de privilegio al progenitor para la manutención de su hijo, Francisco. Sin embargo, el extitular del Partido Justicialista (PJ) se negó y ofreció pagar solo el 20% de sus haberes.
En noviembre pasado, la Cámara Civil confirmó que el 30% de la pensión que Alberto Fernández percibe como expresidente debe destinarse a la cobertura de los alimentos de Francisco hasta que se resuelva la demanda iniciada por Yáñez. En su momento se le embargó 3,8 millones de pesos de la pensión que supera los 14 millones, aunque todavía se encuentran en una mediación extrajudicial.
Clarín informó que desde el lado de Fabiola Yáñez solicitaron que se le embargue el 30% de sus haberes a Alberto Fernández más otros pagos en especie: prepaga y escolaridad del niño. Por su parte, el expresidente en una audiencia dijo que estaba dispuesto a que le retengan el 20% de su pensión y exigió que Francisco regrese a la Argentina a vivir.
La discusión fue retomada por Alberto Fernández, quien en el marco del reclamo definitivo pidió que «la cuota se fije en el equivalente al 20% de los ingresos netos incluyendo en esa suma todos los conceptos reclamados. Esta proporción resulta justa, equitativa y razonable, en función de las verdaderas posibilidades económicas del alimentante».
La residencia del hijo de Alberto Fernández
Otro punto de disputa en este caso es el centro de vida de Francisco. La exprimera dama pide que la manutención mensual, la cobertura de la prepaga, la escolaridad del niño y otros gastos se realicen en Madrid, España. Sin embargo, el dirigente peronista exigió la restitución del niño, es decir que regrese a la Argentina, lo que bajaría el porcentaje de los ingresos que le reclama su expareja.
El juez le recordó al ex Presidente que fue él mismo quien dijo que el traslado a Madrid «fue consensuado entre ambas partes y de manera provisoria». También Montesano señaló que en su anterior escrito la defensa de Fernández sostuvo: «Mi parte se opone a que el centro de vida de su hijo Francisco siga siendo en la ciudad de Madrid, España».
El juez Civil y Comercial retomó ese último aspecto mencionado y dijo, «esto implica reconocer el hecho en cuestión, esto es que el centro de vida del niño se encuentra en extraña jurisdicción. El progenitor se opone a que ‘siga siendo en Madrid’, pero admite entonces que su centro de vida actual está allí. Por lo tanto, el centro de vida no es un hecho controvertido ni litigioso -como se invoca en el escrito a despacho- sino que es un hecho reconocido por el recusante», argumentó.