La diputada y periodista Amalia Granata reveló en una entrevista reciente que su hijo Roque, de ocho años, fue diagnosticado con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). En un testimonio honesto y emocional, Granata compartió cómo atravesaron el proceso de diagnóstico, los prejuicios que aún existen en torno a este trastorno y la importancia de la contención familiar.
“Antes, en la generación nuestra, era el vago, el que no quería escribir, el señalado de la clase y que lo mandaban al rincón. La verdad es que la pasaba mal y en ese momento nadie sabía qué era TDAH, pero hoy hay un montón de adultos que lo tienen”, reflexionó Granata, aludiendo a la falta de conocimiento sobre el trastorno en décadas pasadas.
La periodista contó que, en el caso de Roque, hubo señales que llamaron la atención y permitieron iniciar el tratamiento adecuado. “Lamentablemente hubo mamás que se fueron a quejar y a mí nunca se me hubiese ocurrido porque mi hijo me contaba ‘má, tal me empujó‘, pero jamás le pedí a la directora para decirle que tal nene empujó a mi niño”, relató, destacando su enfoque comprensivo ante la situación.
Sentida reflexión
Granata también se refirió a uno de los aspectos más debatidos del tratamiento: la medicación. “Sino es imposible. Lo que le pasa a los chicos con TDAH, es que muchos padres tampoco aceptan el tema de la medicación. Cuando te dicen medicar un nene de seis años te genera dudas. Lo hablamos con la neuróloga y nos explicó que la medicación no es adictiva y que hay gente que la puede tomar de por vida. Hay gente que con el pasar del tiempo eso va mejorando y después la deja”.
Con orgullo y serenidad, la mediática compartió que su hijo ha desarrollado una madurez admirable frente a su diagnóstico. “Eso es lo alentador. Él mismo pide la medicación y entiende por qué tiene que tomarla. Yo he tenido una charla con él y me dijo que él la necesita”, expresó. Con su testimonio, Amalia Granata busca visibilizar el TDAH y derribar prejuicios, apostando por una crianza informada, empática y sin estigmas.
