El titular del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), Carlos Pirovano, respondió con dureza a las acusaciones surgidas durante los Premios Platino 2025 y al comunicado del Espacio Audiovisual Nacional (EAN), que tildó de «altamente negativo» su primer año de gestión. «Cero películas no. Aprobamos 236», aclaró en una entrevista con Infobae en Vivo, al desmentir que el organismo haya dejado de promover proyectos cinematográficos.
Pirovano explicó que la declaración de interés de los proyectos —requisito previo a los subsidios— está a cargo de un comité de la industria, no de la presidencia. «El mecanismo es claro: se presenta un proyecto, se clasifica como de interés simple o especial, y en base a eso se otorgan los subsidios. Nosotros eliminamos la preclasificación porque era discrecional y se usaba para anticipar fondos con papeles, no con películas», aseguró.
Críticas al sistema anterior y recuperación de fondos
Uno de los principales cambios impulsados por Pirovano fue el reemplazo de la preclasificación por un sistema de créditos que obliga a devolver el dinero. «Financiamos, pero no regalamos. Lo que no quieren asumir es el riesgo. Y eso destruyó al cine», sostuvo. Según sus datos, mientras el total de entradas de cine vendidas en el país se mantuvo estable entre 2004 y 2024, la participación del cine nacional cayó del 17% al 2,19%.
Además, reveló que al asumir se encontró con un INCAA sobredimensionado: «Había 800 empleados y cuatro edificios alquilados. Hoy somos 261. El 65% del presupuesto se iba en gastos internos. Solo el 35% se destinaba a financiar películas».
Un dato clave fue la existencia de 270 películas que recibieron subsidios pero nunca fueron estrenadas, muchas de las cuales ni siquiera iniciaron su rodaje. Por eso, se activó un área específica para recuperar fondos públicos y ya se lograron reintegros por cerca de 300 millones de pesos. «Se declararon caducos varios proyectos y se exige la devolución con intereses», afirmó.
Nuevas convocatorias y presencia internacional
Pese a las críticas del sector, el funcionario subrayó que el organismo sigue activo en programas como Ibermedia y eventos como Ventana Sur. Además, lanzó convocatorias por más de 4 millones de dólares, con premios de hasta 450.000 dólares para series y 250.000 dólares para películas, así como concursos de guiones que no se realizaban “desde hace décadas”.
Frente a los cuestionamientos de referentes como Ricardo Darín y Guillermo Francella, Pirovano buscó descomprimir: «Muchos han vivido persecuciones culturales y ven amenazas donde no las hay. Pero no hay hostilidad hacia la cultura». Aunque no evitó profundizar el conflicto: «Uno de los problemas es la extorsión sindical. Muchos productores se fueron del país por interrupciones de rodaje promovidas por sindicatos que actúan con lógica extorsiva».
Para cerrar, Pirovano defendió el nuevo enfoque del organismo: «Una película debe tener un modelo de negocio. Si hacés cine solo para vos, y no pensás en recuperar lo que se invirtió, alguien te está pagando. Al menos deberías mandarle un telegrama de agradecimiento».