Los trabajadores de la Casa de la Moneda realizaron una protesta frente a la sede central del organismo. Allí montaron una radio abierta para rechazar el ajuste del Gobierno. Denunciaron que la impresión de billetes continúa, pero no en Argentina, sino “de forma triplicada en China”.
Una delegada de ATE explicó que buscan visibilizar los trabajos estratégicos que realiza el organismo. “Queremos contar lo que ocurre con la chapa-patente y la impresión de billetes. El Presidente dice que hay emisión cero, pero no es cierto. Recibimos billetes del exterior con seis o siete meses de manipulación. Ya llegan deteriorados. Van a tener que seguir imprimiendo afuera”, sostuvo.
Denuncias por despidos y privatización
Los empleados remarcaron que esta es la primera vez en la historia que no convocan al organismo para imprimir moneda nacional. Las tareas se asignaron directamente a proveedores del exterior.
A través de un comunicado, los trabajadores denunciaron la paralización del proyecto de renovación tecnológica en la planta. Esa situación derivó en despidos y en el uso del organismo como prueba piloto para implementar retiros voluntarios.
También apuntaron contra la intervención actual por impulsar cambios abruptos. Aseguraron que el cierre definitivo de la planta de Don Torcuato ya está confirmado. A eso se sumó el “desguace” del jardín maternal, otro símbolo del ajuste.
Productos de alta seguridad como los pasaportes también están en riesgo. Los empleados sostienen que varias líneas clave de la cartera de negocios podrían verse afectadas si se mantiene esta tendencia.
Además, cuestionaron la cobertura de algunos medios. Denunciaron que culpan a la Casa de la Moneda por la falta de chapas-patente. “La distribución se realiza de forma discrecional desde el Ministerio de Justicia. Eso genera malestar entre la gente y confusión sobre las responsabilidades reales”, aclararon.
En el cierre, los trabajadores fueron categóricos: “Detrás de la idea de ‘deficiencia estatal’ hay otros intereses. No quieren mejorarle la vida a la gente. Buscan instalar un modelo con pocos proveedores del Estado y negocios concentrados”.