El nombre de Viktor Gyökeres no deja de resonar en toda Europa. Con 47 goles en 46 partidos esta temporada, el delantero sueco se ha convertido en una de las figuras más codiciadas del mercado de pases, y ahora su precio ha generado sorpresa: el Sporting de Lisboa estaría dispuesto a dejarlo salir por alrededor de 70 millones de euros.
Aunque su cláusula de rescisión es más alta, según reveló el periodista especializado Fabrizio Romano, el club luso habría acordado con el jugador facilitar su salida si llegaba una oferta cercana a ese monto. Considerando las cifras que suelen manejarse en Europa, donde no es extraño ver transferencias que superan los 100 millones, este valor parece una auténtica oportunidad.
Arsenal, Chelsea y Barcelona, atentos al futuro de Gyökeres
Con la cifra ya circulando entre los grandes clubes, las ligas más importantes comenzaron a moverse. Desde la Premier League, la Bundesliga y La Liga, varios equipos evalúan seriamente la posibilidad de sumar al delantero sueco. Entre los más interesados figuran Arsenal, Chelsea, Manchester United y Bayern Múnich, aunque también el Barcelona y el Atlético de Madrid han mostrado señales de interés.
En el caso del conjunto catalán, su llegada no es sencilla: el sueco gusta a varios dirigentes, pero no logra generar consenso pleno, además de que Robert Lewandowski tiene casi cerrada su renovación. En el Atlético de Madrid, Diego Simeone soñó con una dupla entre Gyökeres y Julián Álvarez, aunque la inminente continuidad de Antoine Griezmann podría complicar cualquier movimiento.
Por su parte, el Arsenal parece perfilarse como el destino favorito del atacante. De acuerdo con información del medio portugués A Bola, el delantero priorizaría sumarse al equipo dirigido por Mikel Arteta si decide desembarcar en Inglaterra, donde ya ha despertado fuertes pasiones también en el Chelsea.
La próxima ventana de transferencias promete ser intensa y Viktor Gyökeres, con sus cifras impactantes y su proyección, aparece como uno de los grandes protagonistas. Su decisión no solo cambiará su carrera, sino que también podría alterar la pelea de los gigantes europeos por dominar el próximo mercado.
