Tensión en el Vaticano: desde la mañana, la Plaza San Pedro se colmó de fieles que se acercaron a dar el último adiós al Papa Francisco. A pesar de que el ingreso comenzó temprano, pasadas las 11 de la noche aún había miles de personas esperando su turno. La situación se volvió tensa cuando muchos comenzaron a desesperarse por el cierre inminente de las puertas de la basílica.
En medio de la multitud, se registraron corridas y empujones. Algunos rompieron las filas intentando avanzar más rápido, temiendo no llegar a despedirse del pontífice. La espera, que superó las cinco horas en varios casos, hizo que aumentara el nerviosismo entre los presentes.
La gran afluencia de fieles llevó al Vaticano a considerar una extensión del horario. Aunque no hubo confirmación oficial, se analizó permitir el ingreso más allá de la medianoche italiana. Por el momento, los horarios de cierre continúan como estaban: medianoche el miércoles y jueves, y 19 horas el viernes.
La escena más alarmante se vivió por la mañana dentro de la Basílica de San Pedro, cuando un hombre burló la seguridad y comenzó a gritar “quiero ver al Papa”. Fue reducido por las fuerzas policiales, pero el incidente generó preocupación entre los presentes, que estaban en oración.
El hecho encendió las alarmas de las autoridades, que reforzaron de inmediato los controles en el Vaticano. No se registraron heridos, pero el episodio fue interpretado como un reflejo del clima de tensión y emotividad que se vive en estos días.
El cuerpo del pontífice permanecerá en la Basílica de San Pedro hasta el viernes
El cuerpo del Papa Francisco permanecerá expuesto hasta el viernes. El funeral se realizará el sábado, y se espera una asistencia masiva de líderes religiosos, representantes de distintos países y miles de fieles que siguen llegando a Roma.
El homenaje al pontífice no solo refleja su impacto espiritual, sino también el cariño que despierta en millones de personas. A pesar del caos y los incidentes, los fieles continúan acercándose para despedirlo con respeto y devoción, reafirmando su legado en la historia de la Iglesia.
