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POLÍTICA

Cristina Kirchner enfrenta su peor frente judicial: el fallo de la Corte Suprema en la causa Vialidad podría llegar antes de las elecciones

La expresidenta aguarda la definición con un dictamen adverso en puerta. Apuesta al calendario y al desgaste institucional para estirar los plazos.

Cristina Kirchner
Carlos Beraldi, abogado de Cristina Kirchner, denunció persecución judicial y criticó el fallo en su contra: "Es un proceso lleno de irregularidades".

La causa Vialidad, que condenó a Cristina Kirchner por administración fraudulenta en la obra pública durante su gobierno, atraviesa su etapa final. Esta semana, el procurador general de la Nación, Eduardo Casal, recibió el expediente tras el rechazo en la Cámara de Casación, y deberá emitir su dictamen antes de que el caso llegue a manos de los jueces de la Corte Suprema.

Aunque la condena inicial no incluyó la figura de asociación ilícita, como había solicitado el fiscal Diego Luciani, el Ministerio Público insiste en que hay elementos suficientes para agravar la pena. Casal, que ya avaló planteos similares en otras causas, deberá ahora definir si acompaña el pedido del fiscal Mario Villar o si valida la defensa de la exmandataria, que busca una absolución total.

El trámite que se inició esta semana dejó en evidencia que la estrategia de Kirchner sigue girando en torno a los tiempos judiciales. Mientras tanto, desde la Corte se muestran prudentes, aunque el expediente ya se encuentra técnicamente en condiciones de ser evaluado. Si los jueces deciden avanzar sin demoras, la resolución podría darse incluso antes del cierre de listas.

La Corte, en una coyuntura institucional compleja

La Corte Suprema funciona actualmente con tres de sus cinco miembros: Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti. Tras la renuncia formal de Manuel García-Mansilla y la falta de juramento de Ariel Lijo, cualquier resolución requiere unanimidad. En caso de desacuerdo, deberán convocarse conjueces, lo que podría demorar aún más el proceso.

Ese escenario es el que más favorece a la estrategia defensiva de Kirchner, cuyo principal objetivo es que la Corte no falle este año. Con su posible regreso a las urnas en juego, una confirmación de la condena complicaría su eventual candidatura. La apuesta, entonces, es al desgaste: que la discusión se prolongue más allá del calendario electoral.

Desde el entorno de la exmandataria admiten que los tiempos juegan un rol central. Pero también asumen que el escenario ha cambiado: la estructura jurídica que la protegía durante años en Comodoro Py ya no tiene la misma solidez. El giro de los tribunales y el avance de causas sensibles, como Hotesur y Los Sauces, marcan una tendencia.

El juego del tiempo y el silencio como defensa

El dictamen de Casal no será vinculante, pero marcará el tono del debate. En la Procuración, todo indica que no habrá sorpresas: el criterio ya fue establecido con claridad por Luciani y Villar. Si Casal coincide, la Corte deberá decidir entre ratificar la condena, revisarla o incluso abrir la puerta a un fallo más severo.

En paralelo, CFK busca reinsertarse en el escenario político, pero sin confirmar si será candidata. La indefinición le permite mantenerse activa sin asumir los riesgos que una campaña implicaría. Una sentencia firme, sin fueros ni margen para especulaciones, alteraría ese esquema.

Mientras tanto, las maniobras procesales continúan. Cada presentación de su defensa —apelaciones, recusaciones, planteos de nulidad— apunta a lo mismo: dilatar el desenlace. Hasta ahora, esa táctica le dio resultado. Pero el expediente ya está consolidado y los márgenes de maniobra comienzan a agotarse.

El impacto político de una condena firme

El escenario más probable, según fuentes judiciales, es que la Corte ratifique la sentencia por administración fraudulenta. Sería un golpe simbólico para el kirchnerismo, que aún reivindica su gestión como modelo. Y marcaría un punto de inflexión en la relación entre la Justicia y una dirigencia que durante años operó con impunidad y escudos legales.

Aun si Cristina lograra ser electa diputada nacional y accediera nuevamente a los fueros, eso no anularía una condena firme. Los fueros impiden la detención, pero no borran las penas ni suspenden la responsabilidad penal. Si la Corte se pronuncia antes del recambio legislativo, el fallo tendrá efectos inmediatos.

Mientras tanto, en el interior del peronismo ya se analiza un escenario pos-Cristina. La posibilidad de que la exmandataria no llegue en condiciones de liderar electoralmente abre un nuevo capítulo en la disputa interna. Con una estructura cada vez más erosionada, el kirchnerismo busca alternativas para sobrevivir a su figura central.