No hay dudas de que Marcos Ginocchio logró convertirse en uno de los personajes más queridos de la farándula argentina, y es que el público parece tener una gran debilidad por el ganador de Gran Hermano. Es por eso que, aunque este rara vez aparece en los medios, cada vez que su nombre resuena en algún lado, rápidamente aparecen los titulares.
Esta vez fue noticia por su vínculo con Julieta Poggio, y es que si bien hace un tiempo la ex participante de Gran Hermano reveló haber tenido un apasionado romance con Marcos Ginocchio finalizado el reality, parece que las cosas no estarían bien entre ellos. Aunque la bailarina aseguró que todo quedó en una amistad, no sería tan así.
Si bien en su momento el shippeo en las redes sociales fue más fuertes y los llevó a vivir un breve affaire, ya no existiría entre ellos la buena relación que se creía. Aunque en un reciente evento se los vio a Marcos Ginocchio y Julieta Poggio abrazados y muy sonrientes, las malas lenguas asegurarían que se trataría de un show para las cámaras.
Fue el periodista Gustavo Mendez quien reveló: “Vi lo mismo que ustedes, pero en el lugar fue más evidente: cero onda, sonrisa para las cámaras y después cada uno se fue para su lado sin mirarse, sin un dejo de complicidad. Cuando se prende la cámara, todos son buena onda. Ahora, cuando se apaga (lo que ustedes no ven), es otra historia”.
Impacto por lo que se dijo sobre Marcos Ginocchio
Muy fuera de lugar fue lo que dijo la ex Gran Hermano 2007, Griselda Sánchez, en el programa de streaming Sé Picó de Gastón Trezeguet sobre Marcos Ginocchio: “El chico bonito… Marcos, me parece a mí, que ganó siendo un tapado, y no está bueno para la comunidad LGBTIQ+. Es un gay tapado. Yo lo veo y ojo de loca no se equivoca. Hay fotos de él besando a otro chico en Twitter. Capaz que es bi y estoy siendo prejuiciosa»-
Si bien no reaccionó en el momento, en el siguiente programa Gastón Trezeguet hizo un fuerte descargo: «Ha dicho cosas que yo no avalo. Cuando uno tiene un invitado no lo puede echar porque dice una barbaridad, yo traté de hacer lo posible. No estoy de acuerdo y la frené, se lo dije al aire. Primero, hablar de la sexualidad de otra persona me parece de cuarta. Segundo, sacar a alguien del clóset, cuando esa persona quiere o no quiere, sea o no sea gay».
«La única persona que puede decirlo o no decirlo es la persona que tiene esa sexualidad y a la cual le pertenece su identidad y su sexualidad. Me parece un horror forzar a alguien a decirlo. Pero bueno, vino bastante combativa porque quería, entiendo yo, el ruido. La pude haber parado más en seco, pero le dije lo que me salió en el momento», agregó.
