El peronismo de la provincia de Buenos Aires ultima detalles para aplicar una maniobra electoral que busca limitar el impacto de Javier Milei en las próximas elecciones legislativas. El equipo de Axel Kicillof analiza imponer que todas las boletas se impriman en blanco y negro, sin fotografías de los candidatos, bajo el argumento de reducir costos fiscales.
La estrategia surgió como respuesta a la falta de unificación nacional en los comicios de septiembre, donde se renovarán cargos provinciales y municipales, pero no se elegirán diputados nacionales. Ante ese escenario, el peronismo apuesta a neutralizar el impacto visual de La Libertad Avanza (LLA), que carece de figuras conocidas en las ocho secciones electorales y basa su reconocimiento en la imagen de Milei y el color violeta.
Los detalles de la jugada
La movida también apunta a complicar la tarea de fiscalización de los libertarios, que tendrían dificultades para identificar sus boletas sin el respaldo de un color distintivo o símbolos reconocibles como el león o la paloma.
En paralelo, Kicillof sigue enfrentando tensiones internas con La Cámpora. La agrupación de Máximo Kirchner demoró esta semana el tratamiento de la ley que suspende las PASO provinciales y se negó a extender los plazos del calendario electoral, tal como pedía el gobernador y la justicia electoral bonaerense.
Desde la Gobernación advierten que detrás de estas maniobras hay una intención de responsabilizar a Kicillof si la organización electoral enfrenta problemas. «Quieren que si algo sale mal, la culpa recaiga sobre Axel», deslizó un funcionario cercano al mandatario.
Kicillof y los Kirchner
La relación entre Kicillof y el kirchnerismo duro arrastra viejas heridas. El gobernador recuerda con amargura el desplante que sufrió durante el cierre de listas de 2023, cuando Máximo lo dejó plantado en la sede del PJ de La Plata mientras negociaba cargos con Martín Insaurralde.
Ahora, con las elecciones legislativas de septiembre en el horizonte, el peronismo bonaerense apuesta a una jugada vintage para resistir el avance de Milei: boletas austeras, sin colores, sin fotos, y con la expectativa de que la motosierra libertaria encuentre más obstáculos en su camino.