Los precios mayoristas de las verduras en el Mercado Central de Buenos Aires subieron un 43% en marzo, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). La principal causa fue el aumento del tomate, que trepó un 97,6% en un solo mes. Le siguieron la lechuga, con una suba del 77,9%, y la papa, que aumentó un 36,8%.
También se registraron variaciones en la cebolla (+1,4%), la batata (-2,5%) y el zapallo (-6,4%). Estas seis especies representan más del 75% del volumen total que se comercializa en el mercado. El informe calcula que este salto tendría un impacto del 0,54% en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) general.
La verdura más cara del año
A nivel interanual, el tomate también fue protagonista. Subió un 110,9% respecto a marzo del año pasado, siendo el producto que más aumentó. Según el CEPA, esto se debe a la necesidad de importar desde Chile, Egipto y Brasil, donde el precio por kilo ronda entre $3.089 y $3.442. Esa importación provocó una suba del 55,4% en el precio local.
En este contexto, el segmento Verduras, tubérculos y legumbres (VTL) mostró una suba proyectada del 24,5% en el IPC. Esto confirma el peso que tienen las hortalizas en el costo de vida y su influencia directa en el consumo diario.
Las frutas bajaron, menos la banana
A diferencia de las verduras, los precios mayoristas de las frutas cayeron un 9% en promedio durante marzo. El CEPA proyecta una baja del 10,1% en el IPC del rubro, con un impacto de -0,13% sobre el índice general.
Entre las principales bajas se destacan el limón (-39,6%), la naranja (-13,6%) y la manzana (-6%). Sin embargo, la banana subió un 17,1% y fue la excepción del mes. A pesar de la baja mensual, el limón mostró la mayor suba interanual del segmento: +197,1%.
Menor brecha con supermercados
En enero, los supermercados mostraron una baja promedio del 11% en las principales hortalizas, aunque hubo subas puntuales en cebolla, papa y batata. La diferencia de precios entre góndolas y el Mercado Central fue del 116,9%, aunque se redujo 22 puntos respecto al mes anterior.
La evolución de los precios en el Mercado Central sigue siendo clave para anticipar el impacto en el bolsillo. Productos como el tomate, la lechuga o la papa siguen marcando el ritmo del consumo y reflejan la presión que persiste sobre los alimentos.
