El Vaticano confirmó este viernes que el papa Francisco no celebrará la misa del Domingo de Ramos, que marca el inicio de la Semana Santa, aunque podría estar presente si las condiciones de salud y el clima lo permiten. En su lugar, oficiará la ceremonia el cardenal argentino Leonardo Sandri, quien ya lo reemplazó en 2023 en circunstancias similares.
Desde la Santa Sede evitaron hacer previsiones sobre la participación del pontífice, pero informaron que continúa con mejoras sostenidas en su estado general. «El Papa continúa con su proceso de convalecencia regularmente», informó Matteo Bruni, vocero del Vaticano, al detallar que ya no requiere oxígeno de forma permanente y que ha retomado sus actividades con normalidad parcial.
Una salida que sorprendió incluso al Vaticano
La salud del Papa volvió al centro de la escena tras su aparición pública del jueves, cuando decidió asistir de forma inesperada a la Basílica de San Pedro sin su vestimenta papal. Las imágenes del pontífice vestido con un poncho y pantalones negros generaron sorpresa —y algo de incomodidad— en el entorno vaticano.
«Estaba dando un paseo adentro de Santa Marta y pidió ir a rezar a la Basílica», explicaron desde el entorno papal. Luego, reconocieron que «a veces las cosas nacen del deseo del Papa de hacer sorpresas y nos sorprenden también a nosotros». La escena, inédita, fue celebrada por muchos fieles que destacaron la humanidad del pontífice en contraste con los formalismos habituales del Vaticano.
Mejoras sostenidas y retorno progresivo a la actividad
Desde que fue dado de alta el pasado 23 de marzo tras una internación prolongada por una neumonía bilateral, el Papa ha retomado parte de su agenda, incluyendo audiencias con altos funcionarios de la curia romana y líderes eclesiásticos. En los últimos días recibió a Edgar Peña Parra, Paul Gallagher y Luciano Russo, entre otros referentes del Vaticano.
Además, se destacó su encuentro privado con el rey Carlos III y la reina Camilla, donde fue visto sin cánulas nasales, señal clara de recuperación. También retomó su hábito de realizar llamados telefónicos y mantiene un estado de ánimo positivo, según indicaron fuentes del Vaticano.
El regreso de Sandri, un rostro cercano
El cardenal Sandri, de 81 años, será el encargado de presidir la misa del Domingo de Ramos. Conocido por su cercanía con Francisco desde sus años de juventud, Sandri ya ofició en su reemplazo en 2023, cuando el Papa atravesaba una bronquitis infecciosa.
Por ahora, no hay confirmación oficial sobre la participación de Francisco en otras celebraciones de Semana Santa. Aunque en el Vaticano no descartan nuevas apariciones sorpresivas si las condiciones lo permiten. La presencia del Papa, incluso desde una posición discreta, es vista como un símbolo fuerte de cercanía con los fieles.