En una tarde para el olvido, el Real Valladolid sufrió una dura derrota ante el Getafe, pero lo que más dio que hablar no fue el resultado, sino una pelea a golpes entre dos de sus propios futbolistas en pleno partido. Frente a más de 17 mil espectadores y con las cámaras televisivas registrando cada detalle, Luis Pérez y Juanmi Latasa protagonizaron un tenso cruce en el banco de suplentes que dejó al club envuelto en una nueva polémica.
El hecho ocurrió a los 15 minutos del segundo tiempo, cuando el equipo caía 3 a 0. En ese momento, el entrenador Álvaro Rubio decidió reemplazar a Latasa, delantero español de 24 años. Molesto por el desarrollo del encuentro, el jugador se dejó caer sobre su asiento y comenzó a lanzar reproches, entre ellos a Pérez, quien no había ingresado al campo. La discusión escaló rápidamente, hasta que el defensor intentó golpear a su compañero, desatando un bochorno que eclipsó incluso la goleada rival.
“Es una mierda horrible… ¿No ves que así no hacemos nada? Esto es una mierda”, se escuchó decir a Latasa en la transmisión oficial, visiblemente alterado. La frase no cayó bien en el banco, y tras un nuevo intercambio verbal, Pérez reaccionó con un intento de trompada que no llegó a impactar. El suizo Eray Cümart, testigo directo del incidente, intentó calmar la situación sujetando a Pérez del rostro para evitar que pasara a mayores.
La tensión explotó en el banco de suplentes y la dirigencia ya tomó medidas
El momento más caliente de la discusión llegó cuando Latasa lanzó: «Tú cállate, Luis, anda… Que estás para hablar, máquina«, provocando la ira definitiva del defensor. Tras el fallido intento de agresión, Pérez se alejó del banco en dirección al vestuario, mientras Latasa seguía bebiendo calmadamente de su botella. La frustración se extendió también a otros compañeros, como el delantero Iván Sánchez, quien descargó su bronca golpeando el respaldo del asiento.
Tras el partido, que terminó 4 a 0 en favor del Getafe, el entrenador Álvaro Rubio brindó declaraciones en conferencia de prensa intentando poner paños fríos. “No tengo toda la información para opinar de qué ha pasado. Son momentos de mucha tensión que surgen así. Son dos jugadores que son amigos”, expresó, restándole dramatismo aunque reconociendo que no fue una buena imagen.
Desde la dirigencia del club tampoco dejaron pasar el episodio. El Real Valladolid emitió un comunicado condenando “enérgicamente el incidente” y lamentando la escena presenciada por miles de hinchas. Además, anunció que aplicará el Reglamento General de Régimen Disciplinario a ambos jugadores, apelando al compromiso y la actitud profesional en medio de una temporada sumamente complicada.
Cabe destacar que el equipo, que había logrado el ascenso a La Liga en mayo del año pasado, se encuentra actualmente en zona de descenso y con pocas chances de mantenerse en la máxima categoría. El contexto deportivo adverso parece haber minado los ánimos dentro del plantel, tal como quedó evidenciado con esta lamentable situación.