El triunfo en el Superclásico dejó un clima de máxima felicidad en el mundo River. En su despedida ante los micrófonos, Marcelo Gallardo destacó el valor de una jornada que combinó fútbol, emoción y una multitud de 85 mil personas en el estadio Monumental. El equipo estuvo a la altura y le regaló una alegría inolvidable a su gente, mientras su clásico rival atraviesa un momento delicado.
El desgaste físico que acumulaban los jugadores tras el viaje a Quito por la Copa Libertadores no fue un obstáculo. A pesar de las bajas de Enzo Pérez y Marcos Acuña, quienes descansaron en Buenos Aires, el grupo mostró carácter y respondió de manera sobresaliente bajo la mentalidad impuesta por el «Muñeco». Así, el esfuerzo realizado se tradujo en una doble recompensa: un triunfo crucial y la satisfacción de su público.
Días libres como recompensa al plantel
Como reconocimiento al compromiso y la entrega, Gallardo decidió otorgarles a sus jugadores dos días de descanso: lunes y martes libres. El plantel retomará las actividades en el predio de Ezeiza el miércoles por la tarde, a la espera de la confirmación oficial del horario para el próximo compromiso ante Vélez.
El parate también servirá para recargar energías antes de un tramo exigente del calendario. River no solo cerrará su participación en el Torneo Apertura 2025 previo a los playoffs, sino que además enfrentará tres desafíos importantes en la Copa Libertadores, recibiendo a Independiente del Valle y Universitario, y visitando a Barcelona de Guayaquil.
El elogio de Gallardo a Mastantuono
La tarde mágica del Superclásico tuvo también un protagonista inesperado: Franco Mastantuono. El juvenil de 17 años firmó un golazo que asombró a todos, incluido al propio Gallardo, quien no escatimó en elogios: «Hizo un tremendo golazo. Una perlita hermosa«, expresó en conferencia de prensa.
El entrenador, además, comparó la obra de Mastantuono con un recordado tanto de Juan Fernando Quintero: «Hace rato no veía un gol así. Creo que el último fue el de Juanfer frente a Racing, esos tiros libres que bajan y son inatajables. Una perla«, rememoró el Muñeco, visiblemente emocionado. Así, entre festejos, reconocimientos y descanso merecido, River celebra un Superclásico que quedará grabado en su rica historia reciente.
