El presente de River está lejos de ser el ideal, y eso comienza a reflejarse también en las opiniones de quienes conocen la interna del club. Esta vez fue Facundo «Luigi» Villalba, quien supo dirigir la Reserva y trabajar de cerca con los juveniles, quien rompió el silencio y cuestionó el rumbo del ciclo comandado por Marcelo Gallardo. En sus declaraciones, puso sobre la mesa un debate que muchos preferían evitar: la responsabilidad del cuerpo técnico en el rendimiento actual.
“Ya no alcanza con el Elijo creer”
El equipo viene mostrando un rendimiento inestable, especialmente en el frente ofensivo, lo cual despertó críticas incluso desde sectores cercanos al riñón riverplatense. “Gallardo no se está haciendo cargo del juego que muestra el equipo”, disparó Villalba en una entrevista radial. En su análisis, ya no es suficiente con frases motivacionales y es momento de asumir errores desde el banco de suplentes. También cuestionó que la autocrítica ha brillado por su ausencia y que no toda la presión debe recaer sobre los jugadores.
A pesar de estar alejado del club, Villalba sigue de cerca la realidad del plantel profesional. Desde su mirada, el desgaste del ciclo es evidente, y la falta de evolución en algunos aspectos tácticos empieza a inquietar tanto a los hinchas como a los analistas. La necesidad de encontrar respuestas más concretas en los momentos difíciles es una deuda pendiente del cuerpo técnico, según su visión.
El trasfondo de una relación tensa
Las declaraciones del ex DT no surgen de la nada. Según publicó Soy Del Millo, la relación entre Villalba y el cuerpo técnico principal terminó en malos términos en el año 2020. En ese entonces, se le comunicó su salida por una supuesta necesidad de cambiar el perfil del entrenador de Reserva. Sin embargo, él nunca compartió esa decisión. “Me dijeron que buscaban otro perfil, pero yo jamás estuve de acuerdo”, recordó.
Durante su paso por las divisiones menores, Luigi fue clave en la formación de varios juveniles que hoy integran el plantel de Primera. No obstante, el estilo pasional con el que conducía sus equipos habría sido uno de los motivos del cortocircuito con Gallardo. “Me dijo que prefería un entrenador menos sanguíneo, pero yo soy así”, confesó, dejando al descubierto una diferencia de fondo que terminó marcando su salida.
¿Un ciclo cerca de su fin?
Aunque sus palabras fueron lanzadas desde afuera, retumbaron con fuerza dentro del club. En un contexto donde los resultados empiezan a tambalear, la figura de Gallardo ya no parece intocable. Villalba mencionó incluso que “hubo una reunión” que podría marcar un antes y un después en la continuidad del DT más exitoso de la historia de River. Si bien no dio mayores detalles, dejó flotando en el aire la sensación de que algo se está gestando tras bambalinas.
Con una etapa decisiva por delante y la presión a flor de piel, el llamado a la reflexión profunda parece haber llegado desde un lugar inesperado. River, que durante años se sostuvo en la solidez de su proyecto, ahora enfrenta el desafío de reinventarse sin perder su identidad. Y en ese camino, cada voz que se alza, como la de Villalba, aporta una cuota de realidad que ya no puede ser ignorada.