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POLÍTICA

Feria del Libro: escritores levantaron la imagen de Osvaldo Bayer en señal de protesta contra el Gobierno nacional

La figura del histórico escritor, periodista y luchador por los derechos humanos, Osvaldo Bayer, había sido demolida por el Gobierno nacional en Río Gallegos.

feria del libro

La figura del difunto escritor, Osvaldo Bayer, volvió a ocupar un lugar central en la escena cultural argentina. A un mes de que el gobierno nacional destruyera el monumento en su homenaje en Santa Cruz, un grupo de escritores decidió levantar su imagen en plena inauguración de la Feria del Libro de Buenos Aires, como acto de memoria y repudio.

El gesto ocurrió tras el encendido discurso del escritor Juan Sasturain y mientras todavía resonaban los abucheos contra el secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, quien dio un discurso panfletario a favor de Javier Milei y su hermana. Bayer, autor de La Patagonia rebelde, apareció en alto, sostenido por las manos de Claudia Piñeiro, Guillermo Martínez, Selva Almada, Liliana Heker y otros escritores que decidieron intervenir el acto inaugural con una réplica del monumento que fue destruido el 25 de marzo, después de la marcha por el Día de la Memoria.

«Subir la cara de Bayer nos pareció el acto político más contundente que podíamos hacer. No es partidismo: Bayer representa la literatura, los derechos humanos y la historia argentina. El gobierno desmantela y nosotros volvemos a traer a escena eso que intentan borrar”.

La destrucción del monumento a Bayer, instalado en el campus de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, fue denunciada como un acto de censura y revanchismo ideológico por distintos sectores del mundo académico y cultural. El autor había sido homenajeado allí por su compromiso con la memoria y los derechos humanos, en especial por su investigación sobre las huelgas obreras de principios del siglo XX en la Patagonia.

El enojo de los escritores contra el secretario de Cultura nacional

El repudio a Cifelli se intensificó cuando mencionó con entusiasmo el respaldo de Karina Milei a su gestión y cuando reivindicó los recortes en cultura como una forma de «cuidar los recursos de los argentinos». Los gritos de «¡Caradura!» y «¡Mentiroso!» lo obligaron a interrumpir su discurso, mientras parte del público alzaba pancartas y mostraba su rechazo a las políticas libertarias.

En ese clima de tensión, el discurso de Sasturain funcionó como un puente entre la denuncia y la reivindicación. Citó a Discépolo, Oesterheld y Fontanarrosa, y cerró con una frase que encendió el auditorio: «Mientras sintamos vergüenza, habrá esperanza para todos». Fue el pie perfecto para que los escritores decidieran levantar la imagen de Bayer ante los funcionarios.

El acto de apertura dejó en claro que la literatura no se resigna al silencio. En medio del ajuste, el cierre de programas culturales y el desmantelamiento de símbolos incómodos para el oficialismo, el regreso simbólico de Bayer en la Feria fue un recordatorio: la memoria no se destruye tan fácilmente.