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POLÍTICA

Jugada política: el Gobierno nacional frena aumentos de gas hasta superar las elecciones porteñas

El objetivo es claro: evitar el costo electoral de anunciar nuevos aumentos de tarifas en medio de una campaña decisiva para el oficialismo porteño.

Javier Milei

En plena campaña electoral porteña, el Gobierno nacional decidió postergar por dos meses la implementación del nuevo cuadro de tarifas del gas. El Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) prorrogó el plazo para definir la Revisión Tarifaria Integral de los servicios de transporte y distribución de gas natural. La medida retrasa el impacto de aumentos en el bolsillo de los usuarios, al menos hasta después de las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires.

La Resolución 233/2025, publicada este jueves en el Boletín Oficial, prorroga por 60 días los plazos para resolver dos aspectos clave: la Revisión Quinquenal de Tarifas y la Metodología de Ajuste Periódico. Según el ENARGAS, la extensión se debe a que aún están procesando y analizando la información recibida.

El proceso de revisión tarifaria se inició por orden del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) N.º 55/23, que declaró la emergencia energética y fue prorrogado por el DNU N.º 1023/24. A pesar de la postergación, el Gobierno mantiene como fecha límite para la entrada en vigencia de las nuevas tarifas el 9 de julio de este año, es decir, apenas después del calendario electoral de CABA.

El ente ENARGAS está intervenido por el Gobierno nacional desde el 2024

Desde el oficialismo aseguran que la medida responde exclusivamente a cuestiones técnicas y a la necesidad de procesar la información correctamente. Pero el hecho de que el ENARGAS está intervenido desde enero de 2024 —y que dicha intervención fue prorrogada— refuerza la idea de que las decisiones del ente están directamente influenciadas por el Ejecutivo Nacional.

El interventor del ENARGAS, designado por el presidente Javier Milei, tiene amplias facultades para realizar la revisión tarifaria. Pero esta prórroga, en lugar de apurar el proceso, congela momentáneamente la aplicación de nuevos valores para las boletas de gas, lo cual actúa como una medida de contención social en un escenario electoralmente cargado.

Aunque la postergación no cancela el tarifazo, sí lo aplaza lo suficiente como para que su impacto se sienta recién cuando las urnas ya estén cerradas. El congelamiento temporal funciona así como un salvavidas electoral en medio de un contexto económico complejo, y deja en claro que las tarifas también juegan su papel en la estrategia política del Gobierno.