Las primeras mediciones privadas indican que la actividad económica mostró un freno en marzo, tras dos meses consecutivos de mejoras. Según los informes sectoriales, el repunte inflacionario y las expectativas sobre el cambio de régimen cambiario provocaron una caída mensual luego del crecimiento del 0,8% registrado en febrero.
El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), que elabora el INDEC, había mostrado cifras positivas en enero y febrero. Sin embargo, las consultoras Equilibra y LCG detectaron una retracción en marzo. El anticipo de EMAE que publica Equilibra prevé una suba interanual del 5%, pero una caída del 1% frente a febrero. Si se excluye el agro, la baja alcanza el 1,2%.

El informe de Equilibra advierte que la economía podría cerrar el primer trimestre con una mejora interanual del 5,8%, pero con señales de agotamiento que, junto con la inflación de marzo y el nuevo esquema cambiario, motivaron una revisión de la proyección anual de crecimiento del 5,5% al 5%.

Desde LCG señalaron que la incertidumbre previa al levantamiento del cepo generó un retroceso en variables clave: cayó la recaudación por IVA y otros impuestos internos, bajaron las importaciones de bienes de consumo, la confianza del consumidor se desplomó y se profundizó el descenso en la venta de bienes durables.
Industria argentina
La producción industrial también sufrió una contracción. De acuerdo a la Fundación FIEL, la industria cayó 1,4% en marzo respecto de febrero en la medición desestacionalizada. Aunque se mantiene una mejora interanual del 1,6%, el informe advirtió que hubo paradas de planta en diversos sectores y que se espera una mayor actividad en el segundo trimestre, aunque limitada por feriados y factores locales.
Por su parte, la consultora Econviews consideró que el nuevo esquema cambiario tendrá impacto en el corto plazo, con una caída del salario real y un freno en el consumo. Sin embargo, a mediano plazo proyecta una recuperación impulsada por un tipo de cambio más competitivo y mayor inversión extranjera.
Aunque la economía aún se encuentra cerca del máximo nivel de actividad de los últimos años —registrado en el cuarto trimestre de 2017—, el contexto inflacionario y cambiario podría limitar el crecimiento de los próximos meses. Las consultoras coinciden en que la recuperación será más errática y concentrada en sectores con ventajas externas.