El Papa Francisco parece que ha vuelto y los peregrinos ya colman Roma por el Jubileo del Año Santo 2025. Las señales de recuperación del sumo pontífice se multiplican y crece la expectativa de verlo en alguna de las ceremonias de Semana Santa, a pesar de que sigue bajo estrictos cuidados médicos.
El encuentro de este miércoles con el rey Carlos III y Camilla, en la Casa de Santa Marta, donde vive el Papa, reforzó la imagen de un pontífice en plena recuperación. La foto de la reunión se difundió este jueves y alimentó el optimismo. A las pocas horas, el excardenal de Buenos Aires sorprendió con una nueva visita a la Basílica de San Pedro.
Sigue siendo una incógnita si el Papa podrá presidir la misa del Domingo de Ramos. Los médicos son cautos: le recomendaron seis semanas de reposo absoluto, aunque reconocen que su evolución es positiva.
El último domingo, en la plaza de San Pedro, el Papa saludó a los fieles y aceptó las manos que le tendían, en una muestra de cercanía que conmovió a muchos. Pero los especialistas advierten que este tipo de contactos representan un riesgo por su estado de salud: Francisco todavía arrastra una neumonía bilateral que, aunque está disminuyendo, no ha desaparecido.
Las tareas que realiza el Papa Francisco actualmente
Mientras sigue con cuidados especiales, el Papa ya volvió a ocuparse de los problemas internos de la Iglesia. Uno de los temas más delicados es la disolución del Sodalicio de Vida Cristiana, un poderoso grupo católico ultraconservador de Perú, acusado de abusos sexuales y manejos sectarios. Francisco ordenó su disolución en enero de este año.
El diario español El País advirtió que el Movimiento de Vida Cristiana estaría intentando ganar tiempo para mover parte de su patrimonio antes de que se concrete la disolución total. El Vaticano controla de cerca la situación, porque una vez cerrado el grupo, todos sus bienes pasarán a ser administrados por la Santa Sede.
Se calcula que la fortuna del Sodalicio asciende a 912 millones de euros en Perú. En enero pasado, el grupo reconoció haber pagado indemnizaciones por 5,3 millones de euros a 83 víctimas de abusos. La investigación sigue abierta y el Papa, mientras se recupera, mantiene su mirada puesta en uno de los escándalos más graves que enfrenta la Iglesia.
