La causa por violencia de género contra Alberto Fernández dio un giro clave esta semana: la Justicia comenzó el peritaje del celular del expresidente, y rechazó su pedido de que el contenido extraído sea destruido tras la copia. El avance judicial ocurre luego del procesamiento dictado por el juez Julián Ercolini, confirmado por la Cámara Federal.
El teléfono iPhone y una tablet iPad habían sido secuestrados en agosto de 2024 durante un allanamiento en el departamento que Fernández tiene en Puerto Madero. Desde entonces, ambos dispositivos permanecieron bajo custodia judicial hasta que ayer comenzó el análisis de los datos, en busca de conversaciones entre Fernández y su expareja, Fabiola Yañez.
Rechazo judicial al planteo de la defensa
La defensa del exmandatario, encabezada por la abogada Silvina Carreira, solicitó que, una vez obtenida la copia del contenido, esta fuera destruida para evitar eventuales filtraciones. El argumento central fue que se trata de un teléfono utilizado durante su gestión como jefe de Estado, con información de alta sensibilidad política y personal.
Sin embargo, el juez Ercolini rechazó el planteo con un razonamiento técnico: destruir el material implicaría “la pérdida de la base informativa” que permite comprobar la trazabilidad digital de la prueba. El fiscal Ramiro González también se opuso a la destrucción de la copia, subrayando la necesidad de preservar la cadena de custodia.
El magistrado rechazó además los pedidos de las partes —tanto la defensa como la querella de Yañez— de acceder a una copia íntegra del contenido. Ambas partes sí participarán del peritaje, pero solo en los puntos específicos autorizados por el juzgado.
El contenido que se analizará
El peritaje está a cargo de especialistas del DATIP (Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal), quienes extrajeron todos los datos del celular y de la tablet con las claves que el propio Fernández entregó voluntariamente.
La orden judicial es clara: solo podrán acceder a las conversaciones entre Fernández y Yañez en WhatsApp, Telegram, Signal, mensajes de texto y Facetime. Ese material se almacenará por separado en un dispositivo distinto y bajo estrictas medidas de seguridad. El juez ordenó que el proceso sea grabado y manipulado por la menor cantidad posible de personas para garantizar la confidencialidad.
La defensa también pidió que se incluya en la investigación el análisis de cinco teléfonos que utilizó Yañez y tres de su madre, Verónica Verdugo Yañez, quien fue testigo en la causa. Todos los números ya fueron entregados al juzgado.
Violencia de género y contexto de poder
La investigación comenzó en agosto pasado, cuando se conocieron registros del celular de María Cantero, exsecretaria privada del expresidente. A partir de ese material, se sumaron testimonios y peritajes médicos que derivaron en la imputación de Fernández por lesiones leves y graves agravadas por violencia de género, y amenazas coactivas.
El fallo de la Cámara Federal que ratificó el procesamiento fue contundente. Los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah señalaron que existían “fuertes motivos” para sostener los hechos denunciados y remarcaron la desigualdad de poder dentro de la relación. Sostuvieron que el deterioro en la salud de Yañez fue una consecuencia directa del vínculo con Fernández.
“La damnificada estaba en una situación de desigualdad de poder, al interior y exterior de la pareja, con relación a su victimario”, afirmaron. En disidencia, el juez Roberto Boico votó por dictar la falta de mérito.
La respuesta de Fernández
El expresidente negó las acusaciones. En una entrevista, intentó desacreditar la denuncia al atribuir los moretones a supuestas caídas por consumo de alcohol y tratamientos estéticos. Fue más allá al deslizar que Yañez padece “una enfermedad psiquiátrica” que —según él— explicaría su comportamiento.
“Me cuesta hablar de los problemas de Fabiola, son problemas crónicos de salud muy serios que explican todo esto. Nunca le pegué”, dijo entonces. Y remató: “Hablamos de una adicción. Si uno ve su historia clínica, se explica muchas de las cosas que hizo y hace”.