La revista TIME dedicó su última portada al papa Francisco, fallecido este lunes a los 88 años. Bajo el título «El párroco del mundo que lideró en una era de crisis», el medio norteamericano repasó su vida, su legado y el impacto de su pontificado en una Iglesia atravesada por escándalos, transformaciones y nuevos desafíos globales.
Con una imagen sobria del pontífice argentino sobre fondo negro, la portada de TIME incluyó el texto: «Pope Francis. 1936-2025». La publicación lo describió como un líder que supo guiar a la Iglesia católica en un mundo convulsionado, siendo un referente de cercanía, humildad y reformas.

La noticia de su muerte fue confirmada oficialmente por el cardenal Kevin Joseph Farrel, camarlengo del Vaticano. «El obispo de Roma ha vuelto a la casa del Padre. Su vida entera ha estado dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia», expresó en un mensaje grabado.
Francisco: el papa del sur que rompió moldes
TIME subrayó el carácter inédito de su elección en 2013: fue el primer papa proveniente del hemisferio sur, el primero del mundo en desarrollo y el primero en elegir el nombre de Francisco, en honor al santo de Asís.
Su papado estuvo marcado por un estilo austero —prefirió vivir en la Casa Santa Marta en lugar del Palacio Apostólico— y por una firme decisión de encarar reformas estructurales. Impulsó auditorías en el Banco Vaticano y promovió mayor transparencia en las finanzas de la Iglesia.
Una voz global frente a la crisis
Durante más de una década, el papa Francisco intervino con firmeza en temas clave de la agenda internacional. Condenó la invasión rusa a Ucrania, pidió por el fin de los ataques en Gaza y denunció la indiferencia mundial ante el cambio climático con la encíclica Laudato Si. “El clima es un bien común, de todos y para todos”, escribió.
En plena pandemia, bendijo a los fieles desde una Plaza San Pedro vacía, afirmando: «Nos encontramos asustados y perdidos». Su mensaje de fe, dirigido al mundo entero, marcó uno de los momentos más recordados de su pontificado.
Transformaciones internas y luchas éticas
Francisco procuró acercar la Iglesia a los marginados. Habló de forma abierta sobre la homosexualidad, permitió la bendición de parejas del mismo sexo y reformó el enfoque pastoral hacia los divorciados. Sin modificar la doctrina sobre el sacerdocio masculino, impulsó comisiones para estudiar nuevos roles de las mujeres en la Iglesia.
También actuó con dureza frente al escándalo de los abusos: expulsó a religiosos, levantó el secreto pontificio en las causas y pidió perdón público a las víctimas.
De Buenos Aires al Vaticano: una vida de servicio
Nacido en 1936 en el barrio de Flores, Jorge Mario Bergoglio tuvo una juventud marcada por la fe, influenciado por su abuela Rosa. Su vocación surgió a los 16 años y fue ordenado sacerdote jesuita en 1969. Tiempo después fue provincial de los jesuitas, obispo auxiliar, arzobispo de Buenos Aires, cardenal y, finalmente, el primer papa argentino.
Pasó años decisivos en Córdoba, donde atravesó una crisis espiritual que lo marcó profundamente. “Fue una etapa de gran introspección”, recordó tiempo después.
Un legado que trasciende fronteras
La revista TIME destacó su capacidad para conectar con creyentes y no creyentes, su uso estratégico de redes sociales y su estilo directo. “El papa Francisco me está atrayendo de vuelta”, citó la publicación sobre el testimonio de muchos fieles.
También recordó su histórica visita a Canadá para pedir perdón a los pueblos originarios por los abusos cometidos en internados religiosos. “Estoy aquí para llorar con ustedes”, dijo entonces, mostrando la dimensión humana de su liderazgo.