Pese a la apertura del mercado de cambios y la tensión generada entre supermercados y proveedores, las primeras estimaciones privadas apuntan a que la inflación de abril se habría mantenido estable y en torno al 3,7% registrado en marzo. De acuerdo con los datos recabados hasta la cuarta semana del mes, los precios habrían tenido un leve movimiento, pero sin los saltos bruscos que se anticipaban tras la flexibilización del cepo.
Analistas señalan que gran parte de las subas de precios ya se había adelantado en marzo, frente a la incertidumbre generada por el nuevo esquema económico y las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. El impacto de la flotación administrada del dólar —con una banda de $1.000 a $1.400 y una cotización que se mantiene cerca del piso— resultó más moderado de lo previsto, contribuyendo a este escenario de estabilidad.

Leve impacto en alimentos y consumo masivo
La consultora PxQ señaló que las primeras mediciones de abril muestran apenas una leve aceleración de precios, muy por debajo de episodios de devaluación anteriores. Analytica, por su parte, detectó una variación semanal del 0,4% en alimentos y bebidas en el Gran Buenos Aires, llevando el promedio mensual a 2,8%.
Entre los productos que impulsaron las subas se destacan las verduras, con un incremento del 7,9%, y las carnes y derivados, con un alza del 3,2%. En contraste, frutas, azúcar, dulces y chocolates registraron reducciones de precios. Con estos datos, la inflación general de abril se proyecta en torno al 3,8%, según los cálculos de Analytica.

LCG también relevó precios y no observó aumentos significativos en la cuarta semana de abril. Mientras que bebidas e infusiones subieron 4,5%, la mayoría de los rubros mostró bajas de entre 0,4% y 2,8%, compensando el alza en el promedio general.
Desde EcoGo, en tanto, indicaron que en la tercera semana posterior al levantamiento del cepo, los alimentos registraron una suba del 1,3%. Si bien se trata de un ajuste, aclararon que el movimiento fue menor al que se preveía en un contexto de apertura cambiaria.

Tensión entre supermercados y proveedores
En las últimas dos semanas se generó un clima de tensión en el sector comercial por las nuevas listas de precios enviadas por las grandes alimenticias. La situación derivó en rechazos de mercadería por parte de los supermercados ante aumentos que rondaban entre el 9% y el 12%.
El ministro de Economía, Luis Caputo, intervino públicamente en el conflicto y celebró que Molinos Río de la Plata haya decidido retrotraer los aumentos aplicados. “Buena reacción y gran gestión de los supermercados, cuidando a sus clientes”, destacó el funcionario en su cuenta de X.
Desde las consultoras económicas también señalaron que parte de la presión inflacionaria ya se había plasmado en marzo. Rocío Bisang, economista de EcoGo, explicó que “la inflación del mes pasado nos da indicios de que ya algunas correcciones se hicieron frente a la expectativa de devaluación. Por eso esperamos que la presión en abril sea más leve y difusa”.
Equilibra, otra consultora de referencia, detectó una suba marginal del 0,1% en la segunda semana posterior al anuncio del nuevo régimen cambiario. Con ese dato, proyectan que la inflación de abril se ubique en torno al 3,3%.
Una estabilización necesaria para el programa económico
La moderación de la inflación resulta clave para el Gobierno en su objetivo de consolidar el nuevo esquema de política económica. La relativa estabilidad cambiaria tras la salida del cepo y la contención de precios permitirían sostener las expectativas y dar continuidad al plan de ajuste fiscal y monetario.
Desde el Ejecutivo, consideran que el proceso de desinflación se sostiene, aunque de manera heterogénea según los sectores. Además, apuestan a que la estabilidad de precios contribuya a mejorar el poder adquisitivo en los próximos meses y dinamizar el consumo.