Fundada a comienzos del siglo XIX, en 1808, M. Chapoutier constituye uno de los productores más antiguos del valle del Ródano. No obstante, su contemporánea fama mundial, y la elevadísima calidad de sus vinos, se atribuyen al arribo de Michel Chapoutier en el año 1990. A su disposición a cambiar las prácticas previamente establecidas, se le añade su determinación por representar todo el potencial de cada terroir, de modo tal que consiguió consolidar su reputación en tanto que uno de los mejores viticultores del mundo. Perteneciendo a la séptima generación en ostentar el apellido Chapoutier que produce vinos en el Ródano, es lógico afirmar que Michel Chapoutier es una de las figuras fundamentales, no solo de su región natal, sino de toda Francia, considerando su influencia en el panorama mundial del vino fino.
Tras viajar extensamente por el mundo vitivinícola, tanto antiguo como nuevo, durante su juventud, Michel regresó al norte del Ródano con una avivada pasión por su oficio y un profundo conocimiento adquirido de cientos de viticultores tradicionales y revolucionarios de todo el mundo. La lección más importante y duradera que aprendió fue la importancia del terroir y la expresión de los matices de la naturaleza, un principio claramente evidente en la oferta moderna de Chapoutier.
Al adquirir acciones de la empresa familiar hasta alcanzar el control de la gestión, el primer acto de este magistral al frente de Chapoutier fue una revolucionaria conversión de toda la finca a principios biodinámicos para respetar y fomentar el terroir. Una decisión sin precedentes, considerada extraordinariamente arriesgada en su momento, y que hoy en día muchos de sus competidores simplemente intentan alcanzar a este imperioso productor en la cúspide de su carrera.
Los imprescindibles de los coleccionistas
Dentro del catálogo de los vinos más emblemáticos de M. Chapoutier se cuentan aquellos pertenecientes a la denominación Hermitage, que supone la quintaesencia del terroir de la zona norte del valle del Ródano. Los vinos Hermitage de Chapoutier son procedentes de viñedos en terrazas, con empinado y orientación hacia el sur, plantados fundamentalmente con Syrah para los tintos, y Marsanne y Roussanne para los vinos blancos. Aquellos vinos tintos de Hermitage ostentan potencia, complejidad y elegancia, presentando aromas de frutos negros, especias, violetas, como así también una notable estructura tánica. Por su parte, los vinos blancos de Hermitage se distinguen a partir de su fineza, los aromas cítricos, notas a fruta de pulpa blanca y almendras, como así también por una cautivadora y refrescante acidez.
Otro vino emblemático de M. Chapoutier es, sin dudas, la cuvée «Le Pavillon» perteneciente a la denominación Ermitage (sin «h»). Hablamos de un vino verdaderamente excepcional, que se produce a partir de una meticulosa selección de entre las mejores parcelas de viñedos. Le Pavillon es un homenaje a la pasión y el oficio de la familia Chapoutier, y presenta una concentración soberbia, una profundidad aromática sencillamente intensa y una estructura tánica que se integra de manera extraordinaria. Este vino está pensado para envejecer durante muchos años, habilitando de ese modo que complejidad de sabores se desenvuelvan y afloren con el tiempo.
Por su parte, los vinos de la denominación Côte-Rôtie constituyen asimismo una insignia de la empresa Chapoutier. Alojada en laderas escarpadas, esta denominación se reconoce a nivel mundial por sus suelos de esquisto y sus viñedos en terrazas. Los vinos de Côte-Rôtie de Chapoutier resultan elegantes, expresivos y refinados. Estos vinos suponen una honesta expresión del carácter excepcional del terroir de la región.
Otros emblemas notables
En paralelo a las prestigiosas denominaciones de origen, M. Chapoutier ofrece, asimismo, vinos emblemáticos en otras denominaciones del Valle del Ródano. Así, por ejemplo, los vinos de la denominación Châteauneuf-du-Pape resultan ricos, concentrados y generosos, presentando una barroca complejidad de aromas. Por otro lado, los vinos de la denominación Saint-Joseph constituyen una magnífica expresión de Syrah, mediante aromas de frutas negras, especias y flores, los cuales se armonizan con una envidiada textura aterciopelada.
El enfoque de la viticultura de M. Chapoutier está regido por el respeto irrestricto a la naturaleza y la búsqueda perenne de la expresión más fiel del terroir. La empresa se rige por la viticultura biodinámica, que esté diseñada de manera armónica con los ciclos naturales mediante métodos cuidadosos con el medio ambiente. Estos aspectos se ven expresados en la pureza y agudeza de los vinos de Chapoutier.
De ese modo, los ansiados vinos del M. Chapoutier constituyen verdaderos tesoros del Valle del Ródano, representantes del afán, el compromiso y la experiencia propios de una empresa familiar que ha cuidado y diseminado el patrimonio vitivinícola de la región. Ya sea que se trate de vinos Hermitage, Ermitage, Côte-Rôtie, Châteauneuf-du-Pape o cualquiera de las otras denominaciones, cada una de las botellas de Chapoutier promete una experiencia sensorial excepcional, que concentra complejidad, elegancia y compromiso con el entorno.
