Lejos de las canchas pero siempre cerca del mundo del fútbol, Maxi López volvió a dar de qué hablar en Europa. El exdelantero argentino, recordado por sus pasos por River, Barcelona y varios clubes del Viejo Continente, sigue afianzando su perfil empresarial y ahora protagoniza una nueva movida: adquirió el 40% del FC Paradiso, un equipo de la tercera división de Suiza.
El proyecto fue confirmado durante el fin de semana en Europa y se suma a los pasos que López viene dando en el ámbito dirigencial. Luego de retirarse oficialmente como futbolista en 2021, se instaló en Italia y rápidamente comenzó a vincularse con fondos de inversión del ambiente deportivo. Ya había sorprendido en su momento al convertirse en uno de los propietarios del Birmingham City, histórico club del ascenso inglés, y ahora amplía su influencia en el fútbol europeo con esta nueva compra.
El FC Paradiso no es precisamente un club de renombre, pero el objetivo es claro: impulsar su crecimiento y llevarlo al ascenso, apoyándose en una estructura sólida y con mentalidad empresarial. Además del desembarco de Maxi, dentro del plantel actual aparece un compatriota suyo: Ezequiel Schelotto, quien también supo tener una carrera importante en Europa y ahora forma parte del equipo suizo.
Una apuesta estratégica en el ascenso europeo
Aunque no se dieron a conocer los detalles económicos del acuerdo, la noticia no tardó en viralizarse en redes sociales. Muchos fanáticos celebraron el nuevo paso del exjugador, que ha logrado reinventarse lejos de la actividad profesional pero sin abandonar su pasión por el fútbol. La apuesta por un club pequeño pero con potencial representa una jugada audaz dentro de un mercado cada vez más competitivo.
El FC Paradiso sueña con llegar a la segunda división suiza, y el apoyo de López —sumado a su experiencia internacional y red de contactos— puede ser clave en ese proceso. En paralelo, el argentino sigue presente en los medios europeos no solo por su faceta empresarial, sino también por cuestiones personales ligadas a su familia y expareja, Wanda Nara, que también ocupan espacio en la prensa.
De esta manera, Maxi se posiciona como uno de los exjugadores argentinos con mayor protagonismo fuera del campo, sumando una nueva etapa a su carrera en la que el foco no está en los goles, sino en los negocios. El fútbol sigue siendo su motor, aunque esta vez, desde los escritorios.