La Cámara de Supermercados Mayoristas ( CASMA ) rechazó las nuevas listas con aumentos de precios que varias empresas proveedoras enviaron luego de la salida del cepo cambiario y el salto del dólar oficial . Algunas de esas listas incluían incrementos de hasta el 12%, aunque muchas compañías decidieron dar marcha atrás tras las críticas del sector.
En un comunicado, CASMA explicó que su decisión busca “defender los intereses de los comerciantes minoristas y la capacidad de compra de los consumidores”. La entidad aclaró que su objetivo es ofrecer productos al “precio más competitivo posible” y garantizar el abastecimiento en un contexto económico complejo.
Advierten que la demanda está frenada
Empresas como Diarco, Makro, Maxiconsumo, Nini, Vital y Yaguar —todas integrantes de CASMA— reafirmaron su compromiso con el abastecimiento y el acceso a productos a precios accesibles . En el mismo sentido, la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM) también rechazó las listas con subas “injustificadas” y pidió a los proveedores actuar con responsabilidad.
«Estamos viendo listas con aumentos que no tienen sustento. La realidad es que no hay consumo , y eso hace que cualquier suba tenga un impacto inmediato en las ventas», advirtió un supermercadista. Desde CADAM remarcaron que esas decisiones “solo generan incertidumbre y afectan el normal funcionamiento del comercio”.
El presidente de CASMA, Jean Poccard, señaló que el diálogo con la industria es clave para evitar mayores tensiones. “Creemos que es posible alcanzar un equilibrio que permita sostener el consumo masivo sin afectar el bolsillo de la gente”, expresó en declaraciones reproducidas por la Agencia Noticias Argentinas.
Caputo respaldó a mayoristas y cuestionó aumentos
El conflicto también tuvo repercusión en el Gobierno de Javier Milei. El ministro de Economía, Luis Caputo, cuestionó públicamente los aumentos impulsados ??por algunas empresas tras la devaluación. Luego, ocurrió que Molinos decidiera retrotraer los precios a los niveles previos a la salida del cepo.
En el sector mayorista aseguran que no están en condiciones de convalidar aumentos sin justificación y remarcan que los márgenes están ajustados. «Lo que está en juego es que la gente pueda seguir comprando lo básico. Cualquier distorsión nos perjudica a todos», explicó una fuente del sector.
Desde CASMA insistieron en que su compromiso es sostener la oferta, mantener el abastecimiento y trabajar con precios que se corresponden con la realidad del mercado. Y reiteraron que, sin consumo , no hay margen para ajustes que terminen alejando más productos del alcance de la gente.