Siempre sincera, directa y sin pelos en la lengua. De esta manera es como se muestra nada más y nada menos que Sara Stewart Brown, la expareja de Jorge Lanata, quien le donó un riñón en uno de los momentos más difíciles en la vida del periodista que falleció el pasado 30 de diciembre.
Sin embargo, desde hace un tiempo también tiene un altísimo perfil en sus redes sociales, más precisamente en su cuenta de X, donde se encarga de interactuar con sus seguidores. Fue allí, donde contó una historia que vivió en un ascensor con una mujer.
“Hoy a la tarde por el bajo Belgrano me subí apurada a un ascensor que casi se me cierra encima, había una mujer y cruzamos apenas dos palabras, me miró y me dijo ‘¿Vos sos…?’», comenzó diciendo delante de cada uno de los cibernautas que la siguen.
«Y, con pudor, respondí ‘Sí, soy’, y se tapó la cara y dijo ‘qué tonta, voy a llorar’, mientras se abría la puerta y salió disparada. Yo me quedé ahí, helada, y ahora me arrepiento de no haberle dado un abrazo”, aseveró Sara Stewart Brown sin guardarse nada.
Fue allí cuando recibió una pregunta muy directa de parte de una de sus seguidoras de X. “¿Qué se siente ser tan querida y sin conocerte? Muy raro ¿no?”, indagaron en torno a los sentimientos que ha generado la artista, que ha sabido ganarse el cariño de la gente.
«Sí, lo siento, especialmente acá y sí es raro y hermoso, pero medio que un poco nos conocemos acá después de tantos años, es donde jugamos, nos quejamos, hacemos catarsis y nos bancamos fuerte”, sentenció la madre de Lola, la hija menor de Jorge Lanata.