Claro está que Lucía Galán es una de las artistas más importantes de la industria musical, y es que no solo tiene iun inmenso talento, sino que además es una de las más queridas por el público. Es por esto que preocupó tanto cuando, meses atrás, la cantante se animó a dar a conocer a sus fanáticos que debían operarla por un quiste en el páncreas.
Pero aunque se trató de uno de los momentos más difíciles de su vida, Lucía Galán logró salir adelante y ahora se encuentra totalmente recuperada. En todo momento la artista contó con el apoyo de su familia, tanto de parte de su hermano Joaquín como de su hija, Rocío, quien la acompañó durante todo el proceso de recuperación.
Ahora que se encuentra lista para volver a los escenarios de la mano de Los Pimpinela, Lucía Galán rompió el silencio y se animó a contar cómo se encuentra. En conversación con Implacables (Canal Nueve), la artista contó: “Fue difícil el momento, pero gracias a Dios lo atravesé. Ya pude ir a trabajar. Fueron meses de rehabilitación, y de tratamiento, pero bien, por suerte todo bien”.
“Estuve unos meses en Madrid acompañada por mi hija. Fue un milagro lo mío, porque dentro de los estudios de rutina deberían incluir estos. Si no me hubiera agarrado esa bronquitis, este homenaje con Pimpinela hubiera sido póstumo”, expresó Lucía Galán, y es que le encontraron el quiste cuando esta necesito hacerse una radiografía de torax.
Lucía Galán habló de su difícil momento de salud
En una reciente entrevista Lucía Galán se animó a hablar del momento en el que sufrió un ACV en México durante un show de Los Pimpinela: «Terminamos el concierto en el interior de México. Había ido el padre de mi hija a llevarla para estar unos días juntos. Nos fuimos al hotel. Yo me empecé a sentir mal, me empezó a doler mucho la cabeza».
«El manager llamó a los médicos, tenía la presión muy alta. Me querían internar. Cuando me quise levantar de la cama me caí porque a la pierna derecha ya no la movía. Y al brazo derecho tampoco. Ahí no había una clínica especializada. Así que al día siguiente partimos a otra clínica», relató la artista.
«Me hicieron una tomografía y vieron que era una isquemia, que no habían quedado más secuelas, salvo mi brazo derecho inmovilizado. Estuve ocho meses yendo todos los días a rehabilitación. A los tres meses intenté cantar, no movía el brazo y no sabía cuándo lo iba a hacer. Subí al escenario y en la primera canción me desmayé, de vuelta para atrás a internarme», contó Lucía Galán.
