La agencia calificadora de riesgo Moody’s reconoció el giro económico impulsado por el Gobierno nacional y afirmó que Argentina atraviesa un proceso de estabilización que fortalece su perfil crediticio. El informe publicado esta semana resalta los logros del ajuste fiscal y monetario aplicado desde diciembre, aunque advierte sobre los desafíos que implicará la salida del cepo y la eliminación de los controles de capital.
«Argentina está atravesando un fuerte cambio de políticas que está fortaleciendo el perfil crediticio soberano», señala el informe. «Los ajustes fiscales y monetarios están aliviando los desequilibrios económicos de larga data, estabilizando las finanzas externas y disminuyendo la probabilidad de incumplimiento soberano», añadió la calificadora.
Superávit histórico y confianza en el rumbo
El documento destaca que, por primera vez desde 2011, el Estado argentino logró cerrar el año con un superávit fiscal, gracias a un fuerte recorte del gasto público. En 2024, el superávit fiscal fue de USD 1.900 millones (0,3% del PBI) y el primario alcanzó USD 11.400 millones (1,7% del PBI), lo que refleja la contundencia de las reformas aplicadas.

Los recortes incluyeron una reducción drástica en transferencias a provincias, subsidios, empresas estatales y obra pública. Según Moody’s, esta mejora en la consistencia del programa económico, sumada al aumento de la previsibilidad, incrementó la confianza del mercado en el rumbo elegido por el presidente Javier Milei.
Advertencias sobre el futuro
Pese al reconocimiento, la calificadora advirtió que la siguiente etapa del programa –la liberalización del mercado cambiario– implicará nuevos riesgos macroeconómicos. «Eliminar los controles de capital y garantizar la sostenibilidad de la balanza de pagos será complejo», señaló Moody’s, advirtiendo que una eventual apreciación del tipo de cambio real podría elevar la demanda de importaciones y generar presión sobre las reservas internacionales.
Además, consideró que «existe una probabilidad relativamente alta de que la eliminación de los controles provoque salidas de capital», lo que podría complicar el camino hacia un equilibrio externo sostenible.
Riesgos, FMI y apoyo político
Moody’s también analizó el contexto financiero y destacó que el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional será clave para reforzar la estabilidad. Según la agencia, es probable que el FMI apruebe una línea de crédito de menor tamaño que las otorgadas en 2018 y 2022, pero aún así aumentaría temporalmente su exposición a la Argentina y permitiría cubrir vencimientos próximos.
En ese sentido, destacó las declaraciones de Kristalina Georgieva, quien consideró «razonable» el pedido argentino de recibir un primer desembolso superior al promedio habitual, en función de los avances ya concretados en el plan de ajuste.
Moody’s alertó también por el cronograma de vencimientos: en 2024 comienzan los pagos de capital de bonos externos por un total de USD 2.900 millones, además de intereses por otros USD 1.800 millones, en un escenario donde las reservas netas siguen en terreno negativo.
No obstante, la calificadora consideró que el apoyo político sigue siendo una fortaleza del plan libertario. «Pese a los altos costos sociales de la austeridad fiscal, el presidente Milei cuenta con un considerable respaldo popular, gracias al cumplimiento de sus promesas de campaña», afirmó.
Mejora estructural del perfil crediticio
Por último, el informe remarcó que Argentina comienza a diferenciarse positivamente de sus pares de calificación crediticia. «La fortaleza fiscal y económica del soberano mejoró, al igual que los indicadores de deuda sobre PBI e intereses sobre ingresos. La reducción del riesgo de liquidez sugiere un menor riesgo de default», concluyó Moody’s.