No hay dudas de que Mujeres Argentinas, el ciclo conducido por Belén Ludueña para Canal Trece, ha logrado convertirse en uno de los programas más destacados de la televisión argentina. No solo tienen toda la información de lo que sucede en el mundo del espectáculo, sino que además sorprenden a los televidentes con fuertes testimonios.
En esta oportunidad María Belén Ludueña no pudo evitar verse movilizada al conversar con Juan Carlos Blumberg a 21 años del asesinato de su hijo, Áxel Blumberg. Este tenía 23 años cuando el 17 de marzo de 2004 fue secuestrado por un grupo de delincuentes que lo torturaron durante varios días. Pidieron una suma de dinero a la familia, pero el día de la entrega no cumplieron con la entrega.
Frente a la liberación de Carlos Díaz, uno de los secuestradores, Juan Carlos Blumberg expresó: «Carlos Díaz, aparte de ser un integrante de la banda que secuestró a Áxel, era el que lo cuidaba. Cuando estaba en su cautiverio, lo torturaban, le sacaron uñas, lo quemaban con colillas de cigarrillo, le ponían un revólver en la boca simulando una ruleta rusa, disparando con el arma».
«Todo eso me lo contó Ortiz de Rosas, que también estaba secuestrado en el momento de Áxel. Este hombre estuvo preso 21 años, pidiendo a través de su abogada la libertad condicional. Cada tres meses teníamos que presentarnos en el juzgado, con toda la gente que fue secuestrada, poniendo todos los antecedentes que tenía en la cárcel, que no se comportaba bien, se peleaba con otros presos, no asistía a las clases, no iba a los lugares de trabajo”, continuó.
“Él tuvo un hijo con una mujer en la cárcel e inclusive no reconoce al hijo. Lo que nosotros hacíamos con los secuestros era un buen negocio. Sí, después de estar 15 años preso piensa que lo que hacía era un buen negocio. Y los psicólogos de la cárcel también dijeron que nunca se arrepintió», señaló el padre de Áxel.
En cuanto a cómo logró seguir adelante tras la pérdida de su hijo, Juan Carlos contó: «A veces Dios te ponen un lugar en la vida y vos tenés que seguir adelante. Estoy trabajando de la fundación. Hemos ya atendido a 980 víctimas, acompañándolas con los abogados, con los psicólogos. También, trabajo en la fábrica, estoy ocupado todos los días, no tengo sábado ni domingo, pero estoy contento de ayudar a la gente».
Movilizada, Belén Ludueña cerró: «Cuando pasó ésto, yo tenía 18 años y me acuerdo de este caso en particular porque yo veía la imagen de su hijo y, le va a parecer algo muy superficial, pero tenía un hijo tan lindo. Fue tan injusto todo, porque era una persona que se iba a recibir de ingeniero, tenía todo un destino por delante. Movilizó un país entero».
