La situación judicial de Sandra Pettovello se agravó en las últimas horas. La Cámara Federal en lo Contencioso Administrativo confirmó el fallo que obliga al Ministerio de Capital Humano a garantizar el abastecimiento de comida en los comedores comunitarios. La resolución de la Justicia responde a un amparo presentado por la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), con el respaldo del CELS y del dirigente Juan Grabois.
Los jueces Sergio Gustavo Fernández, Jorge Eduardo Morán y Susana María Mellid remarcaron que el Estado no puede interrumpir la asistencia alimentaria sin afectar derechos constitucionales. Con este fallo, ya son doce jueces los que ordenaron al Gobierno cumplir con sus obligaciones en materia de política social.


Desde las organizaciones advirtieron que el Ministerio nunca cumplió del todo con la medida cautelar previa. «La Cámara confirma lo que venimos denunciando: no se están entregando los alimentos», sostuvo el CELS a través de un comunicado. El fallo enfatiza la falta de respuesta del Gobierno y el tiempo transcurrido sin acción concreta.
Más intimaciones judiciales y comedores sin asistencia
En paralelo, el Juzgado Contencioso Administrativo Federal N°7 volvió a intimar al Ministerio de Capital Humano a entregar comida a 53 comedores adicionales. Esta orden se suma a otra anterior que incluía a 66 espacios, lo que eleva a 119 la cantidad de comedores que deben ser incorporados a los programas de asistencia alimentaria.
La Justicia insistió en que el Ministerio debe ejecutar políticas concretas y coordinar acciones con la Ciudad y las provincias. También deberá presentar informes periódicos ante el Juzgado Federal, para rendir cuentas sobre la distribución de los alimentos.
A pesar de las resoluciones, el Gobierno sigue sin cumplir. Las organizaciones sociales señalaron que seguirán acudiendo a la Justicia frente a lo que califican como «desidia del Gobierno de Javier Milei«. Además, recordaron que el caso ya fue presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, lo que suma presión internacional.
Mientras tanto, la falta de comida persiste en barrios populares. El abastecimiento no se normalizó, y cientos de familias dependen de una respuesta que no llega. La figura de Sandra Pettovello queda cada vez más debilitada, en medio de una cadena de fallos que insisten en lo mismo: garantizar el derecho a la alimentación adecuada.