Las ventas en supermercados registraron una baja interanual del 0,3% en febrero, mientras que los autoservicios mayoristas sufrieron una caída del 1%, según los datos difundidos por el INDEC. A pesar de los aumentos de precios, el consumo medido en cantidades volvió a retroceder.
El dato toma mayor relevancia si se tiene en cuenta que, en términos corrientes, es decir sin ajuste por inflación, las ventas en supermercados alcanzaron los 1,8 billones de pesos, lo que representa un alza del 50,6% frente al mismo mes del año pasado. Sin embargo, ese crecimiento se explica por el avance de los precios, no por una mejora en el consumo real.
Los mayoristas sintieron el mayor impacto en las ventas
En el caso de los autoservicios mayoristas, la caída fue más pronunciada. En comparación con febrero de 2024, las ventas a precios constantes bajaron 9,1%, mientras que el acumulado de los dos primeros meses del año refleja un retroceso del 9,8%.

Aunque a precios corrientes los mayoristas vendieron por 266.256 millones de pesos —un 31,7% más en la comparación interanual—, el aumento en los ingresos no alcanza para disimular la pérdida en volumen de ventas. El índice desestacionalizado también marcó una baja del 1% frente a enero.
Rubro por rubro: cuáles fueron los que más subieron
Entre los productos relevados por el INDEC, los que más subieron en supermercados fueron “Indumentaria, calzado y textiles para el hogar” (93,7%), “Electrónicos y artículos para el hogar” (82,5%) y “Alimentos preparados y rotisería” (81%). En los mayoristas se destacaron los mismos rubros, con subas aún mayores: el primero creció 135,8% y los electrónicos, 74,3%.
En ambos canales, las cifras muestran que el avance de precios no se tradujo en una recuperación del consumo. Los aumentos más agresivos estuvieron concentrados en bienes durables y artículos para el hogar, mientras que categorías como carnes y bebidas también mostraron incrementos significativos.
Un inicio de año con señales mixtas en el consumo
Si se toma en cuenta el acumulado de enero y febrero, las ventas en supermercados subieron 2,8% a precios constantes frente al mismo período del año anterior. Es una mejora leve, pero marca una diferencia con el cierre de 2024. Aun así, la tendencia es débil.
Por su parte, los mayoristas reflejan un panorama más complejo, con caídas sostenidas que afectan al canal comercial que abastece a pequeños comercios y almacenes. La pérdida de poder adquisitivo y el cambio en los hábitos de consumo impactan de lleno en este segmento.
En un contexto inflacionario y con bajo nivel de actividad, las ventas en supermercados apenas se sostienen, mientras que los autoservicios mayoristas enfrentan una retracción más profunda. Todo indica que el consumo seguirá condicionado por la pérdida de ingresos reales.