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POLÍTICA

«Trabajo en mameluco»: la sorprendente confesión de Javier Milei que se viralizó en redes

Javier Milei sorprendió con una peculiar revelación sobre su día a día en la Residencia de Olivos.

Javier Milei

En una distendida entrevista con Alejandro Fantino en el canal Neura, el presidente Javier Milei sorprendió con una peculiar revelación sobre su día a día en la Residencia de Olivos. Lejos del protocolo y las formalidades del poder, el mandatario confesó que trabaja vestido con mamelucos de YPF, un regalo del presidente de la petrolera, Horacio Marín.

“¿Sabés cómo estoy vestido todos los días en Olivos? Con unos mamelucos que me regaló Horacio Marín, los de YPF. Me pongo los mamelucos porque me gusta trabajar mucho en Olivos”, contó Javier Milei, entre risas.

Un look presidencial muy poco tradicional

El jefe de Estado explicó que conoció esa indumentaria durante una visita a Vaca Muerta, y quedó tan fascinado que no dudó en pedirle a Marín que le enviara algunos. “Un día lo llamé y le dije: ‘Me hiciste el tipo más feliz del mundo’. Él pensó que era por las ganancias de YPF, pero no: era por los mamelucos”, relató.

Javier Milei, que ha hecho de la austeridad un emblema de su gestión, justificó su elección: “Llevar adelante mi estilo de vida es súper austero”. Y sumó un detalle poco conocido de su rutina diaria: la convivencia con sus cinco mastines ingleses, a quienes visita a lo largo del día.

“Dada la secuencia de horarios que tienen mis hijitos –sus perros– los puedo ir a visitar a determinadas horas para no molestarlos. Entonces bajo directamente con el mameluco, después de trabajar, me subo al carrito de golf y los voy a ver”.

Mameluco, carrito de golf y juegos con sus perros

El presidente describió con entusiasmo cómo ese vestuario le permite jugar con total libertad con sus mascotas. “Lo bueno de los mamelucos es que puedo jugar, revolcarme con ellos y hacer todo tipo de salvajadas. Tengo cinco mamelucos”, detalló. Y para evitar mordidas más fuertes, reveló su truco: “Me pongo la campera de la Selección Argentina arriba del mameluco para que puedan morderme”.

La anécdota, que rápidamente se viralizó en redes sociales, pinta una imagen más íntima y descontracturada del presidente, que por momentos se aleja de la rigidez institucional para mostrar su costado más excéntrico y personal. Mientras la política arde, Javier Milei gobierna en mameluco y entre mordidas de mastines.