El último informe de la consultora Scentia señaló que la compra de productos esenciales en supermercados y autoservicios de toda la Argentina cayó un 5,4% interanual en marzo. Además, ya se acumula un desplome del 8,6% del consumo masivo en el primer trimestre de 2025. Lo positivo es que se trata de una caída menor a la de enero (-10,6%) y febrero (-9,8%).
La nueva baja confirma una tendencia crítica para el sector, que ya suma 15 meses consecutivos de contracción. Además, la comparación parte de una base negativa: en marzo de 2024, el consumo ya había descendido un 4% frente al mismo mes del año anterior, tras la fuerte devaluación aplicada por el gobierno de Javier Milei. «Estos canales representan cerca del 70% del consumo masivo», explicó Osvaldo del Río, director de Scentia.
Uno de los factores que explica la caída es el avance de la inflación. En marzo, el IPC general subió 3,7% según el INDEC, pero el rubro alimentos y bebidas no alcohólicas lo hizo en 5,9%, marcando una presión directa sobre los productos de consumo diario. En paralelo, también influyó un dato estacional: este año la celebración de Pascuas cayó en abril, mientras que en 2024 fue en marzo, lo que generó una baja artificial en las ventas del mes.
Caída del consumo masivo: los comercios minoristas tuvieron un mejor pasar
De acuerdo al informe, los comercios de barrio, almacenes y autoservicios chinos resistieron mejor que las grandes cadenas: registraron una caída interanual de solo 3,7%, frente al 12,6% que habían sufrido en febrero. Aun así, el balance sigue siendo negativo en casi todas las categorías, salvo en dos: alimentos básicos y perecederos, que crecieron apenas 0,5% y 1,2%, respectivamente.
Las bebidas fueron nuevamente la categoría más golpeada, con una caída del 18% en alcohólicas y del 16% en las sin alcohol. También se registró una fuerte baja del 15,6% en productos asociados al consumo «impulsivo», como golosinas, alfajores, chocolates, cigarrillos y postres. En tiempos de crisis, esos «gustitos» son los primeros que los consumidores dejan de comprar.
Otros rubros también registraron retrocesos: higiene y cosmética cayó 3,3%, limpieza del hogar 2%, y productos para desayuno y merienda retrocedieron un 1,5%. Las perspectivas del sector para el segundo trimestre son de una posible mejora leve, aunque los supermercados y empresas del rubro todavía no ven señales claras de recuperación.
Con este escenario, el consumo continúa resentido y sin una reactivación visible en el corto plazo. A pesar del repunte en las ventas de bienes durables, como los electrodomésticos, que crecieron un 51% en el primer bimestre del año, el consumo cotidiano sigue reflejando el ajuste que atraviesa la clase media argentina. Mientras la inflación no ceda y los ingresos sigan perdiendo poder adquisitivo, las expectativas de recuperación se mantendrán en suspenso.