Luis Caputo, ministro de Economía, intentó esta mañana convencer a empresarios e inversores en un foro económico frente a la Facultad de Derecho. «Tenemos que cambiar el chip», dijo el ministro de Economía, y apuntó a los empresarios por remarcar precios. También les pidió al sector privado que «vuelvan a invertir». Pero desde el mismo escenario, referentes de dos gigantes de Wall Street le respondieron con desconfianza: advirtieron que el dólar está sobrevaluado, que las empresas están en pausa hasta las elecciones y que hacen falta reformas mucho más profundas.
«Caputo dice ‘esta vez es distinto’, pero tenemos el recuerdo de 9 defaults y 22 planes con el Fondo, hay siempre un nivel de incredulidad», disparó Facundo Gómez Minujin, presidente del JP Morgan en Argentina en la Expo EFI. La frase sonó como un cachetazo al optimismo del ministro. «La Argentina está caminando por la vía correcta, pero no sabemos si va a tener éxito», remató, dejando en claro que el entusiasmo oficial no alcanza para convencer a los grandes capitales.
Minujin habló apenas terminó el panel donde Caputo defendió el desarme parcial del cepo cambiario acordado con el FMI. El ministro había dicho que el tipo de cambio convergerá con el oficial y pidió «confianza». Pero desde JP Morgan advirtieron que las empresas de EE.UU. «están viendo si aumentan o no el consumo, si bajan impuestos y si gana Javier Milei» en octubre. En otras palabras, nadie se mueve hasta que pase la tormenta electoral.
El fuerte mensaje del presidente del JP Morgan sobre la Argentina: «Las verdaderas reformas no están hechas»
El banquero también cuestionó el optimismo del Gobierno sobre la repatriación de capitales. «Hay US$ 300.000 millones fuera del sistema financiero y eso hace que no estemos convencidos de que esto va a tener éxito”, explicó. Y agregó que muchos inversores piensan que tal vez se necesiten dos mandatos». Para ellos, el problema no es sólo la economía, sino la falta de continuidad política. «Argentina viene de crisis en crisis, nadie renueva mandato, queremos ver si el Presidente después de octubre va a poder hacer las reformas, las verdaderas no están hechas», sentenció.
En ese sentido, Gómez Minujin apuntó directamente contra el sistema laboral y previsional. Pidió una reforma «por completo» del régimen laboral y aseguró que «la mitad del costo son regímenes de excepción y jubilaciones de privilegio». Además, reclamó una reforma impositiva que permita al país «competir a nivel global».
«Si uno mira el índice BigMac, la hamburguesa en el país es la más cara del mundo junto a la uruguaya. Si sacamos los impuestos, Argentina cae», insistió. La frase, cargada de ironía, resumió la visión de Wall Street: los costos no bajan por culpa de la presión fiscal, y sin cambios estructurales, no hay confianza.
