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ESPECTÁCULO

«Ya no doy más, basta, no puedo seguir»: angustia en el espectáculo por lo que se comunicó sobre L-Gante

La situación sería realmente delicada.

L-Gante
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Sin lugar a dudas, uno de los temas que más preocupación causa en el mundo del espectáculo de nuestro país, tiene que ver con el estado de salud de L-Gante, tras haber recibido el diagnóstico de delicadas afecciones que lo llevarán a alejarse de los escenarios. Fue en Canal Trece donde se manifestaron al respecto.

Esto se habló en Mujeres Argentinas, el programa que lleva adelante María Belén Ludueña. «L-Gante habló sobre sus problemas de salud, habló de un equipo multidisciplinario. Tiene problemas cardíacos, su mamá también dijo que tiene problemas gastrointestinales y renales. Se va a retirar a partir del 7 de mayo», comenzó diciendo.

«Probablemente lo más serio que tenga es la cardiopatía. Hay que tener mucho cuidado, tener un estilo de vida… hay algo muy importante. Está parando todo. Decidió ocuparse de su vida», aseveraron. Para hablar de esto, entrevistaron al reconocido médico Fernando Cichero.

«No se lo ve del todo bien. Lo primero es que cualquier persona al tener algún tipo de afección que le cambia su performance, la presión misma por sentirse bien afecta su estado de ánimo. Más este joven que es una persona extremadamente pública y que vive de espectáculos, de canciones, de movimientos arriba del escenario. Para el tipo de actividad que hace tiene que invertir mucha fuerza física. Independientemente de lo que tenga, tiene mucho peso psicológico», expuso.

«Hay algo que no tiene que ver con el burnout. Llegar a decir ‘ya no doy más, ya basta’. Es una presión psicológica. No es tanta la cantidad de recitales, sino la presión psicológica de decir ‘tengo tanta gente atrás, estoy con un tema físico y no puedo seguir'», lanzaron en el programa de Belén Ludueña sobre lo que estaría sucediendo con L-Gante.

«Es muy joven, ha hecho una carrera artística. Lamentablemente, a mí me parece que hay que sostener la fama, mucha gente ha sucumbido «al no poder tener el nombre que representa. El mejor ejemplo es Maradona. Maradona nunca soportó ser Maradona», sentenció Cichero.