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POLÍTICA

Cambio en Transporte: Luis Pierrini asumirá con paros en puerta y $87.000 millones mensuales en subsidios

El reemplazo de Mogetta llega en medio de un conflicto con la UTA, tensiones por la falta de actualización tarifaria y una agenda marcada por el ajuste.

Transporte

La Secretaría de Transporte cambiará de mando en uno de los momentos más sensibles del año. La salida de Franco Mogetta, uno de los funcionarios que acompañó a Javier Milei desde el inicio de su mandato, se dará en plena tensión con la UTA por una negociación paritaria empantanada y con una estructura de subsidios que representa una carga mensual de $87.000 millones para el Estado nacional.

El flamante secretario será Luis Pierrini, un empresario mendocino del rubro asegurador, sin antecedentes en la gestión del área. Asumirá su cargo a pocos días de un paro de 24 horas convocado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), previsto para el martes 6 de mayo. La audiencia previa entre el gremio y las cámaras empresariales será el lunes, bajo la órbita de la Secretaría de Trabajo.

Una pulseada atravesada por el ajuste

Desde el inicio del gobierno libertario, Transporte evitó involucrarse directamente en las negociaciones salariales. Sin embargo, en cada discusión, el factor decisivo fue el margen que el Ministerio de Economía, conducido por Luis Caputo, permitió en materia de subsidios. La paritaria se define, en los hechos, según cuánto dinero puede liberar la Nación.

El esquema actual implica $87.000 millones en subsidios mensuales para colectivos de jurisdicción nacional. La Secretaría justifica esa cifra en función de un modelo técnico de costos, pero tanto empresarios como sindicatos cuestionan los parámetros utilizados, especialmente ante el atraso tarifario.

La Asociación Argentina de Empresas de Transporte Automotor (AAETA) sostuvo que la última actualización significativa del cálculo fue en septiembre de 2024, y que la Resolución 8/2025 apenas incorporó la inflación acumulada y paritarias pasadas, resultando en un desfasaje con los costos reales.

Balance de gestión: recorte de subsidios y traspasos

Como cierre de etapa, Mogetta presentó un informe de gestión en el que destacó la “eficientización” del esquema de subsidios. Señaló que el Tesoro Nacional dejó de subsidiar 31 líneas transferidas a la Ciudad de Buenos Aires, así como los servicios comunales de la provincia. De ese modo, Nación se replegó de responsabilidades que no le correspondían.

También se redujo el parque móvil en más de 1.600 unidades y se aplicaron nuevos criterios de cálculo, con menor reconocimiento de subsidios por gasoil y frecuencia. Según Transporte, la relación tarifa/subsidio pasó de 8/92% a 25/75%.

Sin embargo, informes del IIEP-Conicet revelan que la reducción del Fondo Fiduciario del Transporte fue del 54% en términos reales y que el valor técnico por pasajero en el AMBA es de $1.339, mientras que el Estado reconoce solo $1.019. Esa brecha sigue generando presión presupuestaria y malestar empresarial.

¿Desregulación o abandono?

Mientras tanto, parte de la agenda regulatoria del transporte fue absorbida por el Ministerio de Desregulación que dirige Federico Sturzenegger. Desde allí se impulsó la eliminación de la CNRT y el desarme de otras estructuras de control. Esto refuerza la idea de un retroceso del Estado en la planificación del sistema, que queda en manos de las jurisdicciones y del mercado.

Dentro del sector empresarial hubo sorpresa por la salida de Mogetta, considerado un interlocutor técnico razonable. Su vínculo directo con Caputo facilitó ciertas negociaciones, pero la inflexibilidad fiscal del Gobierno impidió avanzar en una recomposición tarifaria equivalente a la aplicada en los servicios energéticos.

Subsidios bajo la lupa en un escenario de inflación

Según proyecciones privadas, entre octubre de 2024 y junio de 2025 los subsidios solo crecerán 11% nominal, frente a una inflación estimada del 21%. Esa licuación real implica una caída en términos de poder adquisitivo para las empresas, lo que alimenta el conflicto gremial y pone en jaque la sustentabilidad del servicio.

En paralelo, la cobertura tarifaria del sistema ferroviario es apenas del 5%, y podría empeorar si no hay actualizaciones en las tarifas. En el interior del país, el transporte automotor también depende en un 70% del subsidio estatal, lo que marca un esquema fuertemente dependiente de la ayuda pública en todo el país.