El enojo de Eduardo Coudet tras el duelo entre Alavés y Atlético de Madrid no pasó desapercibido. La bronca del técnico argentino apuntó directamente al uso del VAR, que revocó una tarjeta roja a Julián Álvarez tras una jugada que generó mucha polémica. Aunque el delantero cordobés se salvó de la expulsión, el “Chacho” no ocultó su malestar en conferencia de prensa.
“No la vi todavía, me dijeron que no había sido tan grave”, comenzó el entrenador, quien agregó con ironía: “Hubiese querido que fuese expulsión, pero no vi la jugada”. Más allá de su frustración, dejó claro que su enojo no iba dirigido al ex River: “Julián no es un jugador malintencionado”, remarcó. Su verdadero fastidio fue hacia la tecnología: “Cada vez que van a la revisión no nos cae de cara. Imparte justicia, pero a nosotros no nos ha tocado nunca”.
El VAR, una piedra en el camino de Alavés
Coudet incluso fue más allá y cuestionó la recurrencia de las decisiones arbitrales en contra de su equipo. “El Alavés estaría noveno si no hubiese intervenciones del VAR”, sentenció, dejando en claro su hartazgo. Según explicó, en la conversación con el juez de línea, le confirmaron que “estaban seguros de que no era para expulsión”, aunque su percepción no cambió.
Pese a la polémica, Álvarez sigue sumando elogios por su rendimiento en su primera temporada en el Atlético de Madrid. Su nivel no solo lo consolidó como una figura clave para Diego Simeone, sino que también despertó el interés de gigantes europeos que sueñan con incorporarlo.
El Barça mira con deseo a Julián
En Barcelona, donde ya piensan en el futuro post Robert Lewandowski, el nombre de Julián Álvarez aparece como prioridad absoluta. Según informó el Diario Marca, el delantero argentino está “subrayado en rojo” en la lista de deseos del club catalán. De hecho, su posible fichaje ya estaría siendo utilizado como carta política en la previa de las elecciones del club.
Sin embargo, llevarlo al Camp Nou no será tarea sencilla. El Atlético solo lo dejaría salir si se activa su cláusula de rescisión, que asciende a ciento cincuenta millones de euros, una cifra prácticamente inalcanzable para un Barça que arrastra problemas financieros crónicos.
Un presente brillante que complica cualquier salida
Más allá del interés blaugrana, Álvarez está atravesando un gran presente en Madrid. Se adaptó rápidamente al club, es querido por los hinchas y ya se ganó un lugar entre los titulares. Por eso, desde el Colchonero no tienen planes de negociarlo, salvo que aparezca una oferta descomunal.
El paso de Julián por LaLiga recién comienza, pero su impacto es tan fuerte que ya lo proyectan como la próxima joya del fútbol europeo. Por ahora, lo único seguro es que el “Araña” sigue haciendo ruido, adentro y afuera de la cancha.
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