El Gobierno nacional anunció una renovación integral del Servicio Militar Voluntario, con el objetivo de incorporar jóvenes de entre 18 y 28 años que hoy no estudian ni trabajan. La medida, que fue presentada este jueves en conferencia por el vocero presidencial Manuel Adorni, implica una actualización del régimen vigente desde 1994, cuando el servicio dejó de ser obligatorio.
El nuevo diseño incluye una articulación entre el Ministerio de Defensa, a cargo de Luis Petri, y la cartera de Capital Humano, encabezada por Sandra Pettovello, para generar un trayecto formativo que vaya más allá del entrenamiento castrense. Se apunta a fomentar en los participantes valores como el esfuerzo, el respeto, la disciplina y la solidaridad, al tiempo que se les brinda una salida educativa y laboral concreta.
Más allá de lo militar: terminar la escuela y capacitarse
Uno de los ejes centrales del nuevo esquema es que los postulantes deberán finalizar el secundario como parte del programa. Para ello, Capital Humano desarrollará una plataforma pedagógica orientada a garantizar la educación obligatoria y la formación en oficios dentro de las propias unidades militares.
“Se implementará un programa educativo intermedio que les permitirá terminar la escuela durante su permanencia en las Fuerzas”, explicaron fuentes oficiales. A esto se sumará certificación formal en áreas como cocina, mecánica, albañilería, tornería, soldadura, administración y conducción, con el fin de facilitar la inserción laboral posterior.
Preparación ante catástrofes y tareas comunitarias
Desde Defensa confirmaron que se ampliará el tiempo y el contenido de la instrucción militar inicial, que incluirá además módulos de respuesta ante emergencias, apoyo a la comunidad y catástrofes naturales. El antecedente más cercano fue la participación de soldados voluntarios en las inundaciones de Bahía Blanca, Zárate y Campana.
El objetivo, señalaron, es formar ciudadanos activos, preparados para asistir en momentos críticos y colaborar con el sistema de protección civil, además de dotarlos de herramientas útiles para su vida futura.
Como parte de la contraprestación, el Estado brindará sueldo mensual, aguinaldo, aportes jubilatorios, obra social y asistencia médica, además de un entorno de camaradería y formación profesional.
Las críticas internas: tensión entre ideal y realidad
Pese al respaldo general, algunos sectores castrenses expresaron reparos. Señalan que el proyecto, aunque bien intencionado, no llegó mediante canales formales, y que no fue comunicado a los mandos militares antes de ser difundido públicamente.
También advierten sobre la falta de precisiones presupuestarias, en un contexto en el que las propias Fuerzas Armadas arrastran deudas históricas y limitaciones operativas. “Las FF.AA. no están para suplir todas las fallas de la sociedad”, remarcó un uniformado en reserva.
Otro punto que genera malestar es que siguen vigentes normas impuestas durante el kirchnerismo, como el Decreto 1140/2007 firmado por Nilda Garré, que modificó la forma en que se liquidan los haberes del personal desplegado en el exterior. Esa resolución, nunca derogada, generó una brecha del 40% respecto del resto de los funcionarios diplomáticos o de seguridad.
“Hoy muchos colegas deben endeudarse groseramente para vivir en ciudades donde prestan servicio. Se sienten abandonados”, denunció un oficial que conoce la situación.
Continuidad formativa y carrera profesional
Desde el Gobierno aseguran que esta renovación también servirá como puerta de entrada a una carrera militar formal. Quienes completen el servicio podrán ingresar a las escuelas de formación de suboficiales u oficiales, si cumplen con los requisitos y aprueban el curso correspondiente.
«Todo ciudadano tiene la posibilidad de entrar a las Fuerzas si cumple con los requisitos. Los voluntarios también pueden continuar como Cabo, si acceden por mérito», aclararon desde Defensa.
El plan ya está firmado, pero se implementará por etapas
Aunque el relanzamiento fue anunciado oficialmente, las autoridades aclararon que la implementación será progresiva y que los nuevos requisitos no entran en vigencia de forma inmediata. El esquema completo se comunicará en detalle en las próximas semanas.
El Gobierno considera que esta reforma responde a una necesidad social urgente y permite canalizar en un espacio institucional a miles de jóvenes que hoy no tienen horizontes claros. En paralelo, se refuerza el rol estratégico de las Fuerzas Armadas, dotándolas de herramientas para contribuir en emergencias y contener a quienes buscan una oportunidad.