La delegada del Hospital Garrahan, Norma Lezana, acusó al Gobierno de difundir datos falsos sobre la planta de personal del hospital y denunció una política de recortes que ya provocó la salida de más de 200 profesionales. En declaraciones televisivas, la médica aseguró que “hay motosierra” en el Garrahan y cuestionó los dichos de la viceministra de Salud, Cecilia Loccisano, quien afirmó que había más personal administrativo que médicos.
Lezana, secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos, desmintió las cifras difundidas por Loccisano en redes sociales. “Es falso y miente el Gobierno”, afirmó, y detalló que de los 900 trabajadores señalados como “burócratas”, solo 400 cumplen tareas administrativas, como facturación y gestión de turnos. También defendió a los empleados del área de sistemas, responsables de mantener la historia clínica digital del hospital.
Fuga de profesionales por bajos salarios
Según Lezana, el personal médico de planta es de 491 profesionales, a los que se suman becarios, residentes y autoridades médicas, lo que eleva la cifra a más de mil. Subrayó que, aun con una “escasa dotación”, el Garrahan atiende unas 600.000 consultas anuales. “Es engañoso hablar de relación administrativo/médico. Lo importante es la relación médico/paciente”, insistió.
La situación se agrava por el conflicto salarial. La delegada advirtió que el hospital atraviesa una crisis profunda por la pérdida de personal joven, que se va por no poder sostenerse económicamente. “Hay residentes que trabajan 60 horas semanales y no les alcanza para vivir”, sostuvo. También resaltó que muchos de ellos son egresados con los mejores promedios de la UBA.
La planta no crece desde 2017
Otro de los puntos que desmintió fue la supuesta expansión del personal durante el gobierno anterior. Aseguró que la planta permanente del Hospital Garrahan se mantiene en 4.200 empleados desde 2017. “Están diciendo cosas que son falsas. Hay un recorte real”, afirmó.
Sobre su propia situación, Lezana contó que, con 36 años de antigüedad, está por jubilarse con un sueldo de $2 millones, considerado de los más altos. Pero contrastó que los profesionales que se están yendo ganan cerca de $1.500.000, mientras que una canasta básica profesional supera los $1.700.000.
Fuerte pérdida salarial por inflación
La médica denunció que desde noviembre el salario real perdió el 100% frente a la inflación. “Agarro mi recibo de sueldo, lo actualizo y me falta la mitad”, dijo. Señaló también que muchos adicionales están congelados y que no hay una instancia propia para negociar mejoras, ya que los aumentos están atados a la paritaria nacional, que apenas fue del 1%.
“Los equipos interdisciplinarios están colapsados. No dan abasto para atender en los tiempos que necesitan los pacientes”, cerró Lezana, mientras crece el malestar en el hospital pediátrico más importante del país.
