Desde la llegada del Gobierno de Javier Milei al poder, el empleo público bajó en forma constante. Entre diciembre de 2023 y abril de 2025 se eliminaron 47.925 puestos, lo que equivale a una reducción del 9,6%. Según el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, esta medida permitió un ahorro anual de 1.885 millones de dólares.
Los recortes impactaron con fuerza en la Administración Pública Nacional (APN) y en las empresas estatales. En el primer caso, la reducción fue del 13,7%, mientras que en las empresas públicas alcanzó el 16,4%. Para el Gobierno, la decisión se enmarca en su plan de reducción del gasto y equilibrio de las cuentas públicas.

Recortes por contrato y cálculo del ahorro
El ajuste generó un impacto fiscal significativo. Solo en sueldos, el ahorro anual fue de 942,5 millones de dólares. Pero si se suman los gastos en infraestructura —como oficinas, equipamiento y servicios— el ahorro trepó a 1.885 millones. El informe oficial explica que el costo de cada trabajador duplica su salario base por estos factores.
En los contratos bajo la Ley Marco, se recortaron 231 millones en sueldos y 462 millones en total. En las modalidades permanente y transitoria, el ahorro fue de 508 millones de dólares. Por último, en los contratos LOYS, la cifra alcanzó los 134 millones anuales. El Gobierno considera que estos números justifican la medida.
El superávit fiscal, la meta principal
La reestructuración del empleo público forma parte del camino hacia el superávit fiscal. Según el Ejecutivo, el objetivo para este año es lograr un excedente primario del 1,6% del PBI, lo que representa cerca de 7,7 billones de pesos. Esta meta es más exigente que la del acuerdo con el Fondo Monetario, que pedía un 1,3%.
El argumento oficial es que, ante posibles shocks externos, hace falta un margen más amplio para sostener la estabilidad macroeconómica. Por eso, además del ajuste en el personal, se avanzó en otras áreas sensibles del presupuesto.
Más recortes en subsidios y obra pública
En paralelo al recorte en el empleo público, se redujeron otros rubros del gasto. Según fuentes privadas, en abril los subsidios cayeron un 70% interanual, mientras que la obra pública se achicó un 63%. El gasto en salarios también bajó, cerca del 13%.
Además, se espera un aumento en las retenciones al agro, que volverían a los niveles previos a la baja temporal de principios de año. Esa medida apunta a reforzar los ingresos fiscales y mantener el rumbo del ajuste. El Gobierno de Javier Milei asegura que estas decisiones son clave para sostener el equilibrio de las cuentas en un contexto de alta incertidumbre global.