El Gobierno nacional logró algo que hace tiempo parecía imposible: conseguir deuda de 1.000 millones de dólares de inversores internacionales privados. Lo hizo a través de la venta de un bono a cinco años, y aunque tuvo que pagar una tasa de interés alta (29,5% anual), logró su principal objetivo: volver a ganar la confianza de quienes están afuera y quieren invertir en el país.
Esto es importante porque durante mucho tiempo la Argentina estuvo «bloqueada» para conseguir crédito internacional. Los inversores no confiaban por el historial de incumplimientos del país. Pero esta operación rompió ese bloqueo y demuestra que, al menos un grupo de inversores, vuelve a apostar por la Argentina.
El bono que se vendió se llama Bonte30. Se paga las ganancias en pesos a los acreedores, pero solo se puede comprar con dólares. Además, quienes lo compraron tienen la opción de pedir que se les devuelva la plata a los dos años si así lo desean. Eso lo hace más atractivo para los compradores, porque tienen una salida asegurada si las cosas no salen bien.
El ministro de Economía, Luis Caputo, celebró el resultado: «Poder refinanciar vencimientos de capital es trascendental«. Es decir, con esta plata, el Gobierno podrá pagar otras deudas que vencen en las próximas semanas sin tener que usar reservas del Banco Central, que están muy justas.
Además, con los dólares que entran ahora, el Gobierno también podrá cumplir con una meta que acordó con el Fondo Monetario Internacional: aumentar las reservas. Si cumple con esa meta, el FMI podría liberar nuevos fondos para la Argentina en los próximos meses. Todo esto ayuda a estabilizar la economía.
Otra buena noticia es que esto puede hacer que baje el llamado «riesgo país», que es un índice que mide cuán confiable es un país para invertir. Si ese riesgo baja, más inversores podrían empezar a mirar con buenos ojos a la Argentina. Incluso, en el futuro, podría mejorar la categoría del país en los rankings financieros internacionales.
Gobierno nacional despeja la incertidumbre y garantiza todos los pagos del 2025
En definitiva, aunque el Gobierno tuvo que pagar un interés alto, logró algo valioso: mostrar que hay confianza en su plan económico, conseguir dólares sin imprimir más pesos ni usar reservas, y empezar a recuperar el acceso a los mercados internacionales. Eso le da aire para seguir adelante con su plan y cumplir con sus compromisos.
