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POLÍTICA

El ministro Federico Sturzenegger acelera antes del 8 de julio: los últimos decretos de la era de las facultades delegadas

El Gobierno apunta a reducir estructuras y unificar organismos en transporte, salud y agroindustria. Los planes antes de que expire el poder para actuar sin el Congreso.

Federico Sturzenegger
Federico Sturzenegger afirmó que la motosierra permitió sacar a 10 millones de argentinos de la pobreza al reducir el tamaño del Estado y la inflación.

Con el reloj marcando el final de las facultades delegadas que la Ley Bases otorgó al Ejecutivo, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, trabaja contra el tiempo para cerrar un ciclo de reformas administrativas. El próximo 8 de julio vencerá la autorización que le permite al Gobierno dictar decretos y resoluciones sin el aval del Congreso. Según confirmaron fuentes oficiales, no hay intención de renovar ese mecanismo.

Sturzenegger, una de las incorporaciones más activas del gabinete de Javier Milei tras la sanción de la norma, tiene en su despacho un contador de días que mide la cuenta regresiva. En este contexto, prepara una batería de decretos que serán publicados en las próximas semanas, con foco en reducir el gasto público, eliminar estructuras redundantes y consolidar funciones dispersas en organismos del Estado.

Transporte: una agencia para todo

El plan más avanzado prevé la creación de una agencia única que absorberá competencias de tres organismos actualmente autárquicos: la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), la Agencia Nacional de Seguridad Vial y el área automotor de la Junta de Seguridad en el Transporte (JST). Esta última se encarga de investigar siniestros en todos los medios de transporte.

El objetivo es eliminar superposiciones administrativas, unificar tareas y recortar estructuras como recursos humanos, legales y prensa, que hoy existen por duplicado tanto en estos entes como en la propia Secretaría de Transporte. El diseño incluiría también cambios en la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA), aunque en estos casos aún no hay definiciones cerradas.

Cambios en Salud y agroindustria

En el área sanitaria, el foco estará puesto en centralizar funciones. Aunque se desmintieron versiones sobre una posible eliminación de la ANMAT, sí está confirmado que el Instituto Nacional del Cáncer será absorbido por el Ministerio de Salud, que lidera Mario Lugones. La medida busca mejorar la eficiencia y reducir estructuras sin eliminar servicios clave.

En paralelo, también se evalúan modificaciones en organismos vinculados al agro. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que responde al Ministerio de Economía, se rediseñaría para agilizar su funcionamiento. Lo mismo ocurriría con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), apuntando a fusionar tareas, eliminar redundancias y optimizar recursos.

«Reducir el despilfarro»

“El objetivo es reducir duplicaciones, gasto innecesario y poner fin a décadas de despilfarro, descontrol y expansión injustificada de estructuras”, afirmó Sturzenegger. La estrategia se enmarca en una visión más amplia del oficialismo. Una que busca achicar el Estado y dejar atrás lo que consideran un modelo ineficiente y costoso.

En ese sentido, el Gobierno apunta a terminar con la autonomía de muchos organismos. Los cuales cuentan con presupuestos propios y estructuras administrativas que se replican innecesariamente. Convertirlos en agencias o dependencias dentro de los ministerios permitiría, según el Ejecutivo, concentrar funciones y eliminar gastos superfluos.

La reciente salida de la interventora de la ANAC, María Julia Cordero, también marca el rumbo de los cambios. En su lugar asumió Oscar Villabona, hombre cercano al subsecretario de Transporte Aéreo, Hernán Gómez. Todo indica que habrá reconfiguraciones en ese sector en las próximas semanas.

Con menos de cinco semanas para aprovechar el marco excepcional que le brindó la Ley Bases, Sturzenegger busca consolidar su rol como artífice de la transformación administrativa. Sus últimos decretos podrían marcar un punto de inflexión en la estructura del Estado tal como se conoce hoy.