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POLÍTICA

El show de Patricia Bullrich y el barco de cocaína de Santa Fe: liberaron a todos los tripulantes y quedó preso un cocinero

Bullrich se autofelicitó por haber incautado 460 kilos de cocaína de un barco que salía del puerto de Vicentín, pero ningún narco quedó preso. Además fue gracias al capitán de la tripulación que avisó del delito a la policía.

Patricia Bullrich

Después de dos semanas de declaraciones grandilocuentes, comunicados ampulosos y la puesta en escena de la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, la realidad dejó al descubierto lo que fue otro show sin resultados: el caso del buque Ceci terminó con la liberación de todos los tripulantes y del capitán, y con un solo detenido, el cocinero que admitió haber permitido la carga de cocaína. El barco ya fue autorizado a salir del país.

El escándalo comenzó cuando el propio capitán del Ceci denunció ante las autoridades la presencia de droga a bordo, y no por una investigación oficial, como intentó presentar Bullrich. Sin embargo, la ministra no tardó en bautizar la causa como «Operación Cereal Blanco» y adjudicarse el hallazgo como si fuera fruto de un operativo diseñado por su cartera. «Incautamos más de 460 kilos de cocaína», decía el comunicado oficial, en una muestra más del apuro por capitalizar políticamente el hecho.

El juez Carlos Vera Barros, tras revisar los resultados de las pericias sobre los celulares de la tripulación —todos filipinos— y comprobar que no había pruebas relevantes, resolvió liberarlos. El único que permanece detenido es Jonathan Caputero, el cocinero, quien aceptó declarar como arrepentido, aunque hasta ahora no aportó datos útiles para avanzar en la causa ni permitió identificar a ningún responsable de alto nivel en la red narco.

La estrategia para proteger la cocaína llamó la atención de los investigadores

La versión de Caputero tampoco ayudó. Dijo que la droga se cargó en Montevideo, aunque el barco ni siquiera había pasado aún por ese puerto. Investigadores sostienen que es más probable que los 469 kilos de cocaína hayan sido cargados en Santa Fe desde una barcaza de abastecimiento. Los paquetes estaban preparados para ser lanzados al mar y recogidos por otras embarcaciones: impermeabilizados, con GPS, chalecos y todo lo necesario. Pero el cocinero, lejos de ayudar, pateó la pelota afuera.

Mientras tanto, no hay evidencia firme que vincule el cargamento con el Primeiro Comando da Capital (PCC), aunque la organización brasileña figura entre los principales sospechosos. Como suele ocurrir, los autores materiales aparecen rápidamente, pero los verdaderos responsables siguen siendo una incógnita. Y esta vez ni siquiera eso: todo se quedó en un testimonio débil y una investigación estancada.

Sin la denuncia del capitan de la embarcación, el hecho hubiera quedado impune

La ministra Bullrich y dirigente de La Libertad Avanza, lejos de aportar claridad, intentó instalar una versión ficticia del operativo, minimizando el papel del capitán denunciante. «Sí, él también colaboró», se limitó a decir, cuando los hechos mostraban claramente que fue esa denuncia lo que activó la intervención. Para completar el show, se difundieron imágenes y títulos que pretendían mostrar eficacia, mientras la justicia desarmaba uno por uno los supuestos méritos de la «operación conjunta».

Con el Ceci liberado, la tripulación camino a casa y los verdaderos responsables de la droga aún impunes, el caso termina con un solo detenido y una enorme puesta en escena oficial que sirvió solo para las cámaras. La lucha contra el narcotráfico no se resuelve con slogans ni shows, y lo de Bullrich volvió a dejarlo en evidencia.