En una sorpresiva decisión que alteró por completo el escenario electoral en Bolivia, el presidente Luis Arce anunció que no será candidato en las elecciones generales del próximo 17 de agosto. La noticia fue comunicada en una declaración pública desde la Casa Grande del Pueblo, sede del Poder Ejecutivo en La Paz, donde el mandatario también pidió construir una candidatura única dentro de la izquierda.
“Doy a conocer al pueblo boliviano con absoluta firmeza mi decisión de declinar mi candidatura a la elección presidencial en las elecciones de agosto próximo”, expresó Arce. Y añadió: “Lo hago con la más clara convicción de que no seré un factor de división del voto popular y mucho menos facilitaré un proyecto de derecha fascistoide con el cual se pretende destruir el Estado plurinacional”.
La decisión del presidente fue difundida a tan solo horas del inicio oficial del registro de candidaturas, previsto para este miércoles 15 de mayo y con plazo hasta el domingo 19. El gesto, interpretado como un intento de proteger el proyecto político del Movimiento al Socialismo (MAS), se produce en un contexto de fuertes tensiones internas y ante el avance de sectores conservadores que buscan capitalizar las divisiones del oficialismo.
Un llamado directo a Evo Morales y a la unidad
Durante su intervención, Arce se dirigió directamente a su antecesor y exjefe político, Evo Morales, a quien emplazó a desistir de su candidatura. “Desista de su candidatura inconstitucional y permita una verdadera unidad popular”, reclamó, en un mensaje claro que busca descomprimir la interna partidaria. Morales, inhabilitado por el Tribunal Constitucional para volver a competir, aún no retiró oficialmente su postulación y convocó a una marcha para este viernes con el objetivo de demostrar fuerza política.
El mandatario también pidió al presidente del Senado y precandidato emergente Andrónico Rodríguez que asuma una responsabilidad integradora. Sin mencionar un sucesor de manera explícita, Arce dio señales de respaldo a Rodríguez, dirigente joven con fuerte vínculo sindical y crecimiento en la estructura del MAS. En sus palabras, la unidad “no puede ser solo jurídica ni burocrática. Debe ser programática, en la acción y en el voto”.
Asimismo, recordó que él mismo planteó desde 2023 su propuesta de conformar un bloque único dentro de la izquierda, sin exigir que dicho frente girara en torno a su figura. Con este planteamiento, Arce busca preservar el legado del Estado Plurinacional sin quedar atrapado en la disputa personalista con Morales.
Una jugada táctica en un momento crítico
Analistas locales coinciden en que la declinación de Arce constituye un movimiento táctico que busca evitar la fractura del oficialismo. En elecciones recientes, las divisiones dentro del MAS y sus aliados han debilitado el respaldo popular. El temor del oficialismo es que esa dinámica se repita en las elecciones de agosto, lo que podría abrir paso a un triunfo de la oposición.
En su discurso, el presidente agradeció a las más de 50 organizaciones sociales, alcaldes, legisladores y militantes que lo proclamaron como candidato en actos públicos. Sin embargo, dejó en claro que su prioridad será ahora “culminar la gestión de gobierno y asegurar la estabilidad del país”.
El panorama electoral en Bolivia se redefine con esta decisión. El MAS deberá ahora resolver internamente quién será su candidato de consenso y si logra construir una propuesta unificada que le permita conservar el poder. Mientras tanto, los sectores opositores observan con atención la recomposición interna del oficialismo, que aún conserva una base social importante y una estructura partidaria consolidada.
Hay que poner en alto los intereses de la Patria y del pueblo, antes que las ambiciones personales y electoralistas de corto plazo, pues hay un bien mayor a cuidar. No podemos poner en riesgo el porvenir y el bienestar del pueblo por apetitos individuales.
— Luis Alberto Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) May 14, 2025
En un momento de… pic.twitter.com/UjIJIhQHbU